La camilla en la que estoy postrado, está acomodada de manera que mis pies apuntan a una ventana que está a unos 230cm. de la camilla.
Como es de esperarse, el frío de la madrugada me despierta helando mis pies, ya que la precaria sábana que me fue entregada en el cuarto no me cubre completamente.
La pared que queda en la cabecera de aquella cama siempre está caliente a saber por qué.
Una noche, desesperado por el terrible frío que sufrían mis pies, decidí darme la vuelta, poner los pies del lado de la cabecera, y la cabeza en el lado de la ventana.
Al día siguiente, mi cara me dolía.
La doctora enfadada dijo que tenía unos rasguños.
Todos en el hospital creen que yo me los he hecho, pero, dudo mucho que yo mismo me hubiese hecho aquellos rasguños por que sí.
Durante todo ese día ningún enfermero ni doctor me molesto, nadie me había brindado ningún servicio y pasaban por mi cuarto mirando por la ventana como si me cuidaran.
Deben pensar que estoy loco y me araño la cara estando psicótico. Y con las cosas que he visto y las cosas por las que he pasado , empiezo a considerar eso como una opción.
Ni siquiera sé donde está Cat, hace unos 4 días que no sé nada de ella, ni siquiera me ha llamado al hospital.
Son las 5:00pm de la tarde y ya está obscureciendo, el televisor está encendido, está en el canal de las caricaturas, pero no estoy viéndolo, sólo mantengo el televisor encendido para que haga ruido y no sentirme solo, como estoy.
Pero me resulta inútil, el ruido del televisor, hace un eco muy grave que resulta tenebroso, y me hace recordar la casa en la que residía, que por cierto, hace semanas, o tal vez meses no veo.
El cuarto de baño de aquella morada, emitía un eco parecido cuando un sonido entraba a él.
Esta noche decido dormir de la misma manera que ayer, para salvar a mis pies de un frío bestial. Pero me asusta un poco dormir con la cabeza en el lado de la ventana, tal vez sea paranoico.
También he decidido preguntarle a las sombras donde está Cat y por qué no me ha visitado.
Tengo mucho que aprender acerca de aquellas sombras juguetonas que tanto me aterran.
Me parece interesante tener un inquilino no vivo. Es como tener a un extraterrestre o a un león junto a ti, nunca sabes qué es lo que dirán y a lo que se refieran. Todas sus palabras podrían ser metáforas o alegorías muy sutiles o muy descaradas.
Debo apagar el televisor antes de la 1:00 am o me sancionarán quitándome aquel aparato.
Son casi las tres de la madrugada, y las sombras aún no se proyectan en aquel muro misteriosamente cálido.
Con la esperanza de poder invocarlas, hablo con la pared, le pido que por favor traiga a estas sombras a mi cuarto en este hospital tan extraño.
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La Cosa
ParanormalUna serie de extraños eventos llevan a un muchacho llamado Peter a preguntarse si lo que está sucediendo es real o una extraña pesadilla.