El pensamiento

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Consigo entonces una novia. Parece que será muy lindo, hace mucho tiempo no tengo una.

Es una chica flacucha con el cabello muy corto.
Se llama Cat.


Me ha invitado a su vivienda, es un apartamento pequeño, precario y sucio, pero me parece  atractivo.


Ella pregunta —¿Crees en fantasmas?

 
—Bueno, últimamente he tenido que creer en cosas extrañas.


  —Dicen que el edificio está maldito.

—¿Crees que  sea verdad?

  —Pues hay algo extraño.— Contesta Cat.—


No respondo, me dirijo a la cocina que se encuentra a unos 5 pasos de la sala en la que nos encontramos.


— ¿Qué hay de beber?


  — Hay wiskey.—  Dice mientras camina hacia a mí.


  — ¿Sólo eso?

— ¿No te gusta?

—No necesariamente.

No parece importarle y saca del refrigerador una botella de Jack Daniel's aún sin destapar.

Sin decir una sola palabra, destapa la botella y me la da.


Nos miramos por unos segundos sin hablar.

Levanto la botella y le doy un buen trago. En mi mente sé que no quiero ni debo hacerlo, pero mi cuerpo no obedece a los escrúpulos.

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