Tres.

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—¡Oba-chan!—Hinata temblaba al ver el lugar de mala muerte donde estaban, siendo específicos, una peluquería. O algo así leyó Hinata.

—Naruto... ¡Te he dicho que no me llames así!—Esa voz perturbo al Hyuga.

—Oba-chan, necesito tu ayuda.—Hablo Naruto, ignorando a la molesta, bella y voluptuosa rubia. Hinata se sonrojo, esa mujer era muy hermosa.

—Agh... Grosero.—Sus ojos ámbar fueron sobre Hinata.—¿Quién es?

—¡Mi compañero!—Naruto mostró una sonrisa.

—¿No necesitabas a una chica?—Tsunade alzó una ceja confusa ante la vista de un joven, algo afeminado había que mencionar, junto al rubio.

—Ahí es donde entras tú, Oba-chan.


La rubia suspiro, Hinata siguió temblando. Luego de darles detalles a Tsunade, está curiosa accedió.

—Te ayudare, pero tengo mi precio, rubiecito.—Naruto frunció el ceño ante la sonrisa lasciva de aquella mujer.

—¿Qué es?, sabes que estoy en quiebra.—Con un bufido se cruzó de brazos, Naruto.

—Si llegas a hacerte famoso deberás promocionar mi negocio, no importa que tan ridículo sea, me ayudaras. ¿Tenemos un trato?—Esta extendió su mano. Naruto rodó los ojos, estrechando la mano


—Como sea, solo arregla a Hinata, hay que ver si su disfraz sera convincente.—Soltó, yendo al punto donde quería ir.

—Ya voy, ya voy.—Tsunade se acerco al azabache tomándolo del rostro. Viéndolo de cerca lo analizo.—Hmm...

Hinata, nervioso, se sonrojo ante la cercanía de la mujer, esta termino de examinarlo luego de unos segundos.

—Tú...—Tsunade se le acerco aún más.—¿Eres una chica disfrazada?

—¿Eh?—Tanto Naruto como Hinata la miraron confusos.

—Tus medidas, altura y rostro, ¡Todo!, eres más femenino que cualquier chica que conozco.—Exclamó con sorpresa, Hinata no supo que contestar antes eso más que balbuceos sin mucho sentido.—¡Y tu voz!—Tsunade bufo.—Ven conmigo, Hinata, y tú, Naruto, no te muevas de ahí.


El rubio bufo, aburrido, oyendo los desgarradores gritos de Hinata. En un momento vio a Tsunade asomarse a verlo.

—Oh, cambio de planes, Naruto, ¡Vete!

—¿Eh?—Naruto alzo una ceja. No logro preguntar, pues Tsunade lo pateo fuera.

—¡Yo me encargó de Hinata!, mañana lo veras.—Una risa maliciosa mostró la rubia, Naruto suspiro. Mañana era sábado, ¿Debería volver?, demonios.


El Uzumaki no espero, salió de allí yendo a su solitario hogar. Con Hinata al fin podría participar en el concurso, sería famoso y triunfaría.

Extraño Dúo. [NaruHina] [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora