trece

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"A cambio de qué?" Le miré. "Me metiste en un lío muy bueno con la policía por tus ganas de jugar al amigo invisible y regalarme una pistola. ¿Tu no sabias que las cosas que se regalan no se piden de vuelta?"

Me miro.

"El caso es que yo no te la regalé. Y no tengo tiempo para que una niña de..." Me miró pensando. "¿17? ¿18? años se haga la interesante."

"Entonces buena suerte con la policía cuando se la pidas."

Y me fui. Aunque era la última cosa que quería hacer.

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nuevo capítulo :)

mañana publicaré el próximo *3 corazones rojos*

nos vemos y (leeremos) pronto,

roxana.

3:23 a. MDonde viven las historias. Descúbrelo ahora