El rencuentro

10.8K 627 9
                                    

Edward

Las heridas están limpias y curadas, solo falta que llegue Carlisle con la sangre y comience con las transfusiones.

—Hola —oigo la voz de Bella en el salón.

Tengo el estómago encogido y un nudo en la garganta. Hace más de diez años que no escucho su voz y... no sé, no sé expresar las sensaciones que me invaden es este momento. Dolor, nervios, angustia, duda... Realmente no sé qué es.

Leah también la ha oído, lo sé por cómo me mira. Le devuelvo la mirada en silencio.

—No tienes por qué bajar —dice—, no hay necesidad.

—Lo sé... —Y ahí me quedo, mirando hacia abajo, debatiéndome entre bajar o quedarme aquí sentado. Nunca ha sido tan difícil tomar la decisión de si bajar unas escaleras o no.

Creo que debo bajar. Con esta situación que estamos viviendo, seguro que tarde o temprano tendré que verla, qué mejor momento que este, en el que estoy rodeado de mi familia.

Me pongo de pie y Leah ocupa mi lugar. Bajo lentamente las escaleras, a la espera de encontrarme con la persona que me había hecho el vampiro más feliz del mundo y poco después hizo de mí todo lo contrario.

Bella

El silencio es horrible, todos nos miramos y nadie dice nada. Jake no se separa de mí ni un segundo y me mira con cara de preocupación. De repente, todos me miran y entiendo por qué, Edward está bajando por las escaleras.

Edward se va acercando, pero no levanta la vista del suelo. En cambio yo lo miro fijamente, esperando el momento en que nuestras miradas se crucen. Todo mi cuerpo tiembla.

—Hola —me saluda.

Ya no recordaba su voz, esa voz que antes hacía que toda mi piel se erizase, la misma que hacía que me estremeciera...

—Hola.
—Me alegro de verte Bella.

Por fin alza la mirada, intentando esbozar lo que parece una sonrisa. Y durante un segundo, nuestras miradas vuelven a conectar, después de más de una década. Este es uno de los momentos más intensos de mi vida.

Edward

—Bella, ¿quieres tomar algo? —le pregunta Alice, se acerca a ella y la coge de la mano. Antes de que salga de la habitación le susurro un gracias a mi hermana que solo ella puede oír.
—Vuelvo arriba, Carlisle está cerca ft—después de decir esto, salgo del salón lo más rápido que puedo. Pero me quedo un momento en la puerta del despacho.

Realmente ha ido mucho mejor de lo que me esperaba. Creo que... casi lo tengo superado.

—Ya estoy aquí —oigo la voz de Carlisle que viene rápido hacia mí—. ¿Cómo está? —me pregunta.
—He hecho lo que me pediste, pero no despierta.
—¿Y tú? —su mirada muestra preocupación.
—No ha sido tan malo —respondo sinceramente.
—Hace unos días que no te alimentas, ¿podrás?
—Creo que sí —le respondo y paso detrás de él.

Narradora

—Gracias por sacarme de allí —dijo Bella a Alice.
—Los dos lo necesitabais —dijo Alice con una sonrisa de comprensión—. ¿Cómo te has sentido?
—Fue extraño, pero creo que no estuvo mal. ¿Cómo crees que está él?
—Si te soy sincera, no tengo ni idea. Cuando llegó a casa hace unos meses parecía estar mucho mejor. Ha vuelto a tocar el piano, está hablador, salimos... a veces, juega a la consola con Emmett, incluso se lleva mejor con Rosalie, creo que ha sido bastante alentadora para él —explicó Alice.
—¿Con Rosalie?
—Tú nunca llegaste a conocerla realmente.
—¿Qué haces aquí todavía? —la voz de Rosalie sonó temible.
—Rose no seas así, por favor —le pidió Alice.

Rosalie miró despectivamente a la humana y salió de allí echando humo.

En la planta de arriba...

—La ponzoña ya se está eliminando —dijo Carlisle.
—¿Funcionará? —preguntó Leah con voz temblorosa.
—No puedo decirlo con seguridad.

En ese momento, la chica se sentó de golpe en la camilla.

—¿Dónde estoy? ¿Quiénes sois? —gritó.

La nueva quileuteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora