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Capitulo uno:
Ha pasado un año desde que nos fuimos del reino de Alexander, doce meses desde la última vez que vi a mis amigos y 365 días desde que me "despedí" de Jason. Todavía recuerdo la manera en la que me miro cuando lo capturaron. Como si estuviera a punto de perder todo por lo que tanto había luchado. Lo cual era cierto. Demasiado, para ser sincera. Me pregunto si estará aún con vida, luchando, defendiéndose, tratando de seguir adelante. Mi padre me dice que debo seguir teniendo esperanza. Pero a veces es tan difícil, sobre todo en aquellos días en los que siento un vacío en el pecho, como si lo hubiera perdido. Pero a pesar de todo, y como dice mi padre, trato de mantener vivas mis esperanzas. Él es fuerte. Sé que lograra algún día volver a mí. Lo presiento.
Por otra parte, yo voy luchando por mi propia supervivencia. Durante estos últimos meses, mi familia ha estado ayudándome con el tema de mis habilidades. Y hablando de ellas, aun no logro controlarlas sino por el contrario, ellas me controlan a mí.
Últimamente mi temperamento ha estado un tanto voluble y sensible, sobre todo con el tema de Jason. Cada vez que llego a molestarme, mis poderes comienzan a apoderarse de mí. Y no se desvanecen hasta que la situación termina en una catástrofe.
Pero tratamos de solucionarlo, y eso es lo que cuenta ¿no? Bueno, eso es lo que yo pienso. Y además no estoy sola en esto, eso también lo sé. Mis amigos me apoyan... moralmente. Casi todas las noches nos contactamos por Skype y tratamos de ponernos al día. Y en cuanto a ellos... bueno, nada ha cambiado. Todos están bien. O casi todos. Las cosas entre Jake y yo siguen un tanto incomodas. Y no tengo ni la menor idea de cómo arreglarlo. Talves todo se arregle cuando nos volvamos a ver, y eso sucederá en unas semanas. Cuando ya hayan comenzado las clases.
Y hablando de las clases... aun no estoy lista para eso. El miedo de lastimar a alguien sigue ahí. Y desgraciadamente Lydia no estará ahí para calmarme. Ella aun no está lista para volver al mundo real. No después de lo que paso con Garret. Y la entiendo. A la perfección. Todavía me duele el hecho de que no podre hablar con mi mejor amigo otra vez.
Un ruido me sobresalta y me saca rápidamente de mis pensamientos. Wow, por un segundo me había olvidado por completo de donde estaba. Alzo la vista y me encuentro con el gran letrero del único Supermercado que hay en el pueblo. Cierto, ya lo recuerdo. Había venido a comprar un refresco para recuperarme del agotador entrenamiento que tuve con Danica.
Las puertas del Supermercado se abren ante mí y entro cuidadosamente. No me gustaba llamar la atención. Era como si todos los habitantes de este pueblo supieran de mi verdadera naturaleza. Cada vez que pasaba junto a ellos, me miraban ansiosos. Como si esperaran que en cualquier momento mis colmillos salieran a la luz. Y eso me inquietaba demasiado.
