Capítulo 10

1.5K 293 144
                                    




Capítulo 10

Yuuri

1941, Frontera Corea-Rusia

Era el día. Cuando cayera el sol, Yuuri tendría que hacer guardia. Y lo usaría para ver a Viktor luego de dos semanas.

No quería admitir que extrañaba algo su presencia, pero lo hacía. Le parecía un poco bobo estar tan colado por alguien así, como si fuera un simple adolescente que sentía un flechazo a primera vista. Hubiera sido un bobo si no caía por él, decía para intentar consolarse. Era un adulto, y ¿por qué negarse a algo tan bonito?

Así que cuando le dijo sus planes a Minami, éste se ofreció a cubrirlo en caso de que apareciera alguien más del escuadrón. Y también se dispuso a ayudar a difundir el mensaje.

Las estrellas no brillan esta noche.

Simple y corto. Viktor lo entendería, porque así lo habían arreglado. Para cualquiera que lo oyera, no sería más que una tonta frase de algún loco enamorado.

Pero para Yuuri y Viktor significaba mucho más.

* * * *

Yuuri lo esperó junto al lago. Seguía congelado a pesar de que no caía nieve hacía días. El frío en Corea era incluso más gélido que en Japón, por lo que se había envuelto en capas de abrigo para montaña. Sus compañeros no dijeron nada, simplemente creyeron que Yuuri era un debilucho que no soportaba bien el frío.

—                 Tenía miedo que el mensaje me hubiese llegado demasiado tarde — Habló alguien atrás suyo. Había alivio en su voz. Yuuri se relajó.

—                 Yo sabía que te llegaría a tiempo.

—                 Me gusta ver que no eres tan negativo después de todo.

Giró sobre sus talones. Allí estaba. Yuuri no se arrepentía de citarlo en la noche. Todo era más hermoso de noche.

Tenía las mejillas sonrosadas, y no sabía decir si por el frío o la emoción. Yuuri sentía las suyas calientes, también.

Viktor no lo abrazó ni besó, en cambio, se recostó sobre su espalda y miró al cielo. Yuuri lo imitó, intentando mantener las distancias, pero el hueco que los separaba se sentía como una droga, llamándolo a acercarse más, y que tarde o temprano, terminaría haciéndolo.

—                 Todo ha estado un poco aburrido sin ti — Confesó Viktor tras un rato.

—                 Yo también me he aburrido bastante. Puro reconocimiento.

—                 ¿Y al final que pasó con tu amigo?

—                 Él fue quien hizo correr la voz para que nos viéramos.

—                 Oh, creo que me agrada la eficiencia de ese chico.

Los dos rieron. Yuuri lo miraba, preguntándose si sería posible ahogarse en su imagen ¿Estaba siendo muy baboso? Era una suerte que los pensamientos no podían ser leídos.

—                 Viktor, ¿Extrañas la Unión Soviética?

—                 No, extraño Rusia.

—                 ¿Y qué tiene de diferente? — Inquirió el más joven. Viktor volteó a verlo, con los ojos ensombrecidos.

—                 Todo. El imperio era tan precioso... Y ahora está lleno de banderas socialistas. Rojas, rojas como la sangre. Me hace sentir enfermo — Masculló.

Hasta que los días nos unan otra vez [Viktuuri/Otayuri] - YURI ON ICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora