Capítulo 14

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Maratón 1/3


Capítulo 14

Otabek

Actualidad, Rusia

Se dijo a sí mismo que escucharía más a Yuri cuando hablara sobre lo pesado que podía ser JJ.

El par no se había reunido ni hacía media hora y Otabek estaba hastiado de él. Pero el chico no tenía la culpa, porque Otabek no le paraba el carro.

—                 Y estaba pensando, además, que quizás al año ya regrese a Toronto porque extraño a mamá y el otro día lloramos por Skype y yo le dije ¡No llores, maravillosa madre! Y es solo porque alguien como yo solamente podía venir de alguien tan genial como ella ¿No lo crees, Otabek?

—                 Mmm — Respondió el mencionado, sin saber muy bien que decir—. Lo que tú digas, JJ.

—                 ¡Exactamente! — Gritó, dando un puño sobre la mesar del bar. El mozo los miraba con mala cara desde hacía rato— Entonces como me quedaría básicamente un año aquí pensaba disfrutarlo al extremo.

—                 Si eso implica llevarme a mí, te aviso que estoy fuera.

—                 ¡No, no! Bueno en algunas cosas quizás pero tenía otros planes. Y es por eso que quería hablarlo contigo, porque quería ver si te parecía bien.

Las alarmas del cerebro de Otabek comenzaron a pitar y encender luces. No le gustaría lo que venía, y estaba seguro.

—                 Dímelo.

—                 Como tú eres muy amigo de Plisetsky, verás, quería saber... ¿A ti te gusta él?

Ahí estaba. Otabek sabía que la cosa vendría por ese camino. Inspiró aire, y trató de parecer lo más relajado posible.

—                 No.

—                 ¿No? — Preguntó JJ anonadado.

—                 No — Repitió.

—                 ¡Ah, que alivio! Mira, es que recientemente creo que he empezado a jugar para ambos bandos y si debo probar con alguien pues me gustaría que fuese con Yuri.

JJ era un perro. En realidad no, pero Otabek no calló a su cerebro cuando empezó a insultarlo mentalmente por lo que acababa de soltar.

Yuri era más que un ratón de laboratorio. De repente estuvo enfurecido, y envolvió con fuerza el vaso, lo que le puso los nudillos blancos. Otabek agradeció que no se hiciera añicos en su mano.

Se preguntó si había hecho mal en mentirle a JJ. Decidió que era lo correcto. A Otabek le gustaba Yuri, bastante, pero la lengua de Leroy era más larga que la de una rana y la información terminaría llegando a oídos del rubio.

Y ese sería el fin de nuestra amistad.

¿Pero a qué costo? Otabek no estaba seguro de lo que ocurriría si JJ decidía encarar a Yuri. Éste podría golpearlo o podría decidir darle una oportunidad. Después de todo, los que se pelean se gustan ¿No?

Solo quería llegar a su casa de una vez, y poder escapar el suspiro agobiado que se moría por escapar de sus labios. Y también quería dibujar. Y tal vez releer alguna obra literaria deprimente de las que tuviera en su estantería.

—                 No sabes el alivio que estoy sintiendo — Confesó Leroy—. Para mí era fijo, fijísimo, que a ti te gustaba Yuri. No perdía nada con preguntarte pero no tenía esperanzas. E incluso así tengo miedo de que él aún te escoja a ti. Digo, en caso de que me convenza de que los chicos también me van — Se apresuró a justificarse.

Hasta que los días nos unan otra vez [Viktuuri/Otayuri] - YURI ON ICEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora