Picnic

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  Picnic

—Déjame llevarla—. Le pides a Jessica, quien carga un mantel, al bajar del autobús.
—Está bien—. Te responde.
Están en un día de campo. Fue idea de tu novia y la vedad te encantó. Sol@s en un verde prado. A la luz del sol, con la fresca brisa y sin nadie que l@s moleste. Unas cuantas personas bajan después de ustedes y el autobús se marcha. Notas que tu acompañante intenta tomarse de tu brazo, pero al ver lo que llevas desecha la idea. Lo cierto es que te pesa un poco, y eso que Sica ya lleva otra bolsa pequeña para que tú no cargues todo.
El prado lleno de flores resplandece con el sol, los altos pinos alrededor del lugar dan una sensación de seguridad,las montañas a lo lejos le proporcionan encanto a la imagen y el lago termina de adornar todo como si de un espejo se tratase. Incluso hay un árbol con un columpio, dando un toque juguetón a todo. Recuerdas entonces el pequeño detalle que le compraste: En el bolsillo de tu suéter hay una pequeña cajita que contiene unos bellos pendientes. Tuviste que privarte de ciertos gustos por un tiempo para tener el dinero.
—¡Es un lugar muy bonito!— Exclamas.
—Me alegra que te guste. Hace años vine con mi familia, pero es muy diferente venir con tu novi@—.Sonríes.—Busquemos un lugar para poner todo.
Caminan un poco hasta que encuentran un lugar que les agrada. Subiendo una colina mediana. Ponen el mantel sobre el suelo, luego los recipientes con comida y se sientan un@ al lado del/de la otr@—. Dime qué preparaste. ¡Me muero por ver tus platillos!
—¿Qué te parece si mejor los pruebas?
Tomas uno de los recipientes, al abrirlo dejas al descubierto unas brochetas de frutas.
—¡Qué lindas!
Jessica toma una y lleva la primera fruta, una fresa.
—Son brochetas arcoiris—. Dices, haciendo entender el porqué de su nombre. El aperitivo se conforma de fresas, naranjas, piñas, kiwis y uvas entre otras frutas que forman los colores del arcoiris. Sica sonríe ante el dulce sabor que invade su boca—. Esto...— Agarras otro recipiente y lo abres—. Se llama Spicy Jalapeño philly cheese steak sklyder.
La rubia traga la fruta que masticaba.
—¿Qué?— Exclama.
Ríes por lo bajo.
—No me dieron ganas de traducirlo, suena bien así. Además, bien que le entiendes.
—Sólo déjame probarlo—. La chica deja de lado su brocheta para sostener el pequeño emparedado de queso, cebolla, chile, salsa BBQ y costillas. Al probar el primer bocado abre los ojos de par en par—. ¡Wow! ¡Delicioso!
—No vayas a comerte todos, yo también quiero.
—No prometo nada. ¿Y de tomar qué trajiste?— Sacas un contenedor de la canasta. Lo abres y sirves el líquido en un bonito vaso que se llena del color rosa de la limonada—. ¿Agua de fresa?
—Limonada de fresa.
—¿Cómo es eso?— Pregunta Jessica sonriendo.
—Limonada con un ligero sabor a fresa.
—¡Oh! Debiste haberme dejado ayudar. Hiciste tantas cosas.
—Yo quería hacerlo para impresionarte—. Confiesas.
—Lo estás haciendo muy bien. ¿Tú no piensas probar las delicias que hiciste?
—Pues sí, yo también tengo hambre—.Extiendes tu mano a una de las brochetas, mas no la consigues, pues Sica te la arrebata rápidamente.
—¡Ah!— La rubia acerca la fruta a tu boca, abriendo la suya para que la imites.
—¿De verdad?— Dices divertid@, queriendo sonar cool.
—¿O prefieres que me la coma yo?— Cuestiona la chica apartando el palo de comida.
Abres la boca emocionad@ y dejas que la muchacha te alimente. Luego le dedicas una sonrisa cómplice mientras masticas.
—¡Mi turno!— Tomas uno de los panquesitos picantes y se lo ofreces a tu novia. Ella se aleja unos centímetros, con cara de negación. Quizás piensa que comer ese platillo no es muy femenino. Comprendes, es hacerla abrir mucho la boca y eso no se ve muy lindo, pero no te importa. La joven no lo piensa más y muerde la comida.

—¿Sabes? Va a sonar cursi, pero, ese último bocado me supo mejor que los anteriores.
Tu relación con Jessica ha avanzado y mejorado desde que comenzaron a salir. Cada vez hay más confianza y sientes que con ella puedes ser tu mism@, eso te da seguridad y eres capaz de sacar lados de ti que no sacabas antes. Alimentarse un@ al/ a la otr@ es divertido. Da la sensación de que se protegen entre sí, que te encargas de ella y ella de ti.
Un poco de BBQ mancha la mejilla de Sica, cerca de sus labios.
—Tienes...— Señalas en tu rostro el punto en el que la rubia tiene la salsa.
La chica espera a que continúes pero en vez de eso te acercas para limpiar su cara. Retiras la mancha con tus dedos, suavemente. Terminas, pero no te apartas. Observas sus labios...¿cómo será un beso sabor BBQ? Tomas valor y empiezas a acortar la distancia entre amb@s, la rubia cierra los ojos.
Te inclinas más y, accidentalmente, con tu mano derramas el vaso de limonada de tu novia. El líquido termina ensuciando su vestido.
—¡Ay!— Exclama la muchacha.
—¡Perdón!
Agarras una servilleta y tratas de remediar lo que has hecho.
—Tú y tu gusto por empaparme.
Te avergüenzas al recordar el incidente en el que la joven terminó mojada por una fuga del baño en tu apartamento. Aunque aquel comentario no fue incriminatorio.
—¡Lo siento!
—Está bien—.Con preocupación sigues tratando de remediar el accidente—. Déjalo—. Jessica sostiene tu muñeca—. Y si...¿volvemos a lo que estábamos?
Sica se aproxima de nuevo a ti, a la par que va cerrando los ojos. Haces lo mismo.

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