25
Entras a tu casa, haces tu tarea, dibujas un poco y esperas a que tus padres regresen.
Pasan las horas, pero ellos no vuelven. ¿Qué pasará?
—¡Todo por tu maldito trabajo!— Escuchas la voz de tu papá. —¡Nunca le prestas atención a tu hij@!
¿Por qué grita?
Te asomas por las escaleras, sin que nadie te vea y observas que trae una botella en la mano. No te sorprende en absoluto. Además de que a quién le grita es a tu mamá.
—¿¡Yo!? ¿¡Qué hay de ti!?— Tu madre tiene razón,pues ninguno de los dos te presta atención realmente.
—¡Yo me la paso estresado todo el día por tu culpa! ¡Por tu maldito dinero! ¡Por eso tengo que matarme como un burro trabajando!
Tu padre toma a tu progenitora por las manos y las aprieta.
—¡Sueltame, me lastimas!
—¡No te voy a soltar!
—¡Déjame!
—¡No!
¿¡Qué haces!? ¡Está agrediendo a tu mamá!
Antes de que te decidas a actuar, tu progenitor la suelta.
—¡Largate de aquí!— Le exige la mujer.
El hombre toma una chamarra que está en el perchero y sale de ahí, echando humo. Cierra la puerta estruendosamente y tu progenitora empieza a llorar.Rápidamente retornas a tu cuarto, te metes a la cama y finges que duermes. No quieres entrar en esa histeria.
Al día siguiente no sabes si tu papá ha vuelto, no lo sabrás hasta media tarde aproximadamente. Vas a la escuela aún en shock por lo de anoche. No tienes ganas de nada, a decir verdad. Quieres distraerte, pero no sabes con qué.
Te acercas a tu salón y ves a Jessica hablando animadamente con Hyeri y Henry.
Ella parece notar tu mirada y voltea a sonreír y saludarte. Tú fuerzas una sonrisa.
Sientes que este día no será bueno...Hora del receso. No pusiste atención en ninguna clase, no tenías ganas. No tienes ganas más que de dibujar, lo cual haces. Estás en tu banca habitual, dibujando una chica con semblante infeliz. Se pArece a Jessica, pero no lo es.
—¿TN?— Alzas la vista, con sorpresa. Hablando de la reina de Roma...
—Hola, Jessica.
—Hola. ¿Qué dibujas?
—Una chica.
Le das tu cuaderno y ella se sienta a tu lado.
—¡Es muy linda!—Dice.
—Gracias.
—Oye...Aaamm...¿te pasa algo?
—¿Eh? ¿Por qué lo dices?
—Es que estás rar@, más de lo habitual...¡sin ofender!
No le tomas atención a su comentario.
—No pasa nada, descuida.
—¿Enserio?
—Enserio.
La rubia se calla unos segundos, mientras te mira.
—Bueno, sólo quiero que sepas que si quieres hablar de algo, lo que sea, puedes contar conmigo—. Te comenta de manera cálida.
—Gracias—. Le contestas de la misma forma.
—¡Bien! Me voy ya, mis amigos me esperan.
—Nos vemos—. Le dices y luego ella se va.
Ahora te sientes un poco mejor.26
Tu jornada escolar termina. Te quedas un rato en tu lugar, esperando a que los demás salgan y Mina se acerque a ti.
—TN—. Dice ella. —Hoy no podré ir a tu casa. Voy a salir con mi familia.
—De acuerdo, no hay problema—. Dices sin ganas. Ella te observa unos segundos, como queriendo decir algo.
—¡Bien, adiós!— Sientes que eso no era todo lo que quería decirte.Arribas a tu casa, esperas que esté sola, como siempre; pero te sorprende encontrarte con tu mamá, quien está cocinando.
—¿Hola?— Saludas.
—Hola, hij@— Te responde.
—¿No fuiste a trabajar?
—Pedí salir un poco antes.
—Oh...¿Qué preparas?
—Caldo de camarón.
—¿Te ayudo?
—Ya casi acabo—.Te sientas en la mesa. —¿Cómo te fue hoy?
—Bien—. Dices secamente.
Tu madre toma un plAto de la alacena, te sirve caldo en él y lo deposita frente a ti. Enseguida agarras una cuchara del centro de la mesa y empiezas a comer.
Ella hace lo mismo. El ambiente está tenso.
—Tengo que hablar contigo—. Suelta tu progenitora. Lo temías. La miras. —¿Escuchaste lo que pasó ayer?
—Sí...
—Tu papá se puso mal y me agredió. Sólo presionó mis muñecas, pero no deja de ser una agresión.
—Lo sé...
—Él está enfermo y no quiere ayudarse.
—Eso también lo sé...
—Por eso pensé que sería un buen escarmiento y ultimátum irnos para que reflexione.
—¿Irnos? ¿A dónde?
—No nos iremos de la ciudad. Tú seguirás yendo a la escuela. Nos mudaríamos a un pequeño departamento.
La verdad, no sabes qué pensar.
—¿Ya le dijiste a mi papá?
—No. Planeo decirle cuando regrese.
—¿A dónde fue?
—Seguramente a la casa de su abuelA.
—Bueno...yo...iré a hacer mi tarea—. Te levantas y recoges tu plato.— Gracias.
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Anormal
Fanfiction¿Alguna vez has sentido que no perteneces? ¿Alguna vez te has sentido incomprendido? ¿Alguna vez te has sentido "Anormal"? ¿Sabes lo que es enamorarse de un imposible y sentir que los separa un gran muro invisible? ¿Has sentido el temor de anhelar a...