El Regreso de una Prodigio [Haikyuu!!]

Capítulo 7

Akari trataba de pasar lo más desapercibida posible de cualquier persona con quien hablase. Las clases estaban a punto de terminar y ella había aprovechado que el profesor de su última clase había faltado.

Caminaba a través de todos los estudiantes aparentemente tranquila, pero la realidad era que miraba como cámara de seguridad por todo su alrededor. La Sala de Profesores no quedaba muy lejos, estaba a unos cuantos pasos de llegar, pero aún así no quería toparse con nadie que pudiera preguntarle a qué iba, quién en realidad, podía ser cualquiera con quien compartiera palabra. Además de que ni siquiera tenía una excusa inventada. No quería que los demás se enteraran rápidamente de lo que estaba apunto de hacer.

—¡Con permiso!— Dijo después de haber tocado la puerta.
Akari entró, buscando al profesor o profesora que pudiera ayudarla con lo que quería.

—Disculpe...— Llamó a un profesor que tecleaba algo en su computador.

El hombre se giró hacia ella y se ajustó los lentes, sonriente.—¿En qué puedo ayudarte?— Preguntó amablemente.

—Ah... Estaba buscando quién pudiera ayudarme con eso de los clubs.

El profesor miró una de las carpetas que tenía en su escritorio.— Muy bien. Primero debo saber a qué club quieres unirte para poder decirte su respectivo asesor.

Akari movió nerviosamente sus manos.—A-Al club de Voleibol Femenino.

—¡Casi aciertas!— Le dijo.— Soy Takeda-sensei, el asesor del club de Voleibol Masculino.

—Ah...— Suspiró.— ¿Entonces...?

Takeda-sensei nuevamente ajustó sus lentes.— A quién buscas es a Shizuka-sensei. Está por allá.— Señaló a una linda mujer de rizos oscuros.— Ella es la asesora del club femenino. Puedes hablar con ella.

Akari sonrío con alivio.—¡Arigatou gozaimasu!— Hizo una reverenda hacia el profesor y fue en busca de Shizuka-sensei.

La mujer leía unos documentos mientras tomaba de su taza de café.

—G-Gomen, Shizuka-sensei.

Ésta dejó de beber su café y procedió a sonreírle.—¡Oh, hola! ¿En qué puedo ayudarte?— Dijo animadamente.

—T-Takeda-sensei me dijo que usted era la asesora del club de voleibol femenino.

— Así es.

Akari se removió, algo nerviosa. Hacía mucho que no pedía una inscripción a algún club.— Me gustaría... Unirme.

La profesora amplió su sonrisa.—¡Eso es muy bueno! ¡El club se está haciendo más grande! ¡Me alegra tanto que hayas decidido unirte!

—G-Gracias.— Sonrío con nerviosismo.—¿Necesito alguna...?

—¡Ah sí!— Rebuscó entre uno de sus cajones.— Necesitas llenar un pequeño formulario.— Sacó uno de ellos y se lo entregó.— Aquí tienes. Necesitamos que tus padres o algún tutor estén enterados, una vez que lo tengas listo puedes traermelo mañana temprano. ¿De acuerdo?

—¡Hai! ¡Muchas gracias!— Hizo otra referencia, para después retirarse.

Una vez que estuvo afuera soltó un largo suspiro, su cuerpo se sentía más ligero, como su hubiera dejado atrás esa enorme carga que había tenido ahí durante más de tres meses.
Miró el papel en sus manos, en él se incrustaban las palabras que comúnmente se hacían para saber más de la persona.

¿Por qué quieres unirte al club?

¿Por que quería unirse al club?

Quiero jugar voleibol. Quiero ganar, quiero...