El Regreso de una Prodigio [Haikyuu!!]

Capítulo 21

¿Qué podía decir sobre Kageyama Tobio?

Fácil; todo a su alrededor se desvanecía cuando él estaba cerca.

Ni siquiera el calor de la tarde molestaba dentro del pequeño local en el que se encontraban, las miradas furtivas de aquellos quienes tenían cerca no pertubaban porque no tenían importancia, las luces, el ruido, el movimiento en sí, no la distraían de su situación actual porque no había nadie más a quien debiera prestar atención.

Fue una cita corta, sencilla y satisfactoria.

Kageyama era exactamente el tipo de persona con la que el mundo desearía salir, cumpliendo exactamente con las expectativas que deseaban.

Un chico serio, pero atento.

Algo que debía admitir de él era el maravilloso brillo de sus ojos cuando la veía directamente. A pesar de su semblante, siempre frío y distante, de su forma de evitar socializar con los demás y de su actitud reservada, un fulgor incomparable aparecía en sus oscuros ojos azules, opacando todo lo demás que emitiera luz, resplandecían con tanta intensidad, que bastaba con eso para hacerla sentir mejor. Estaba segura que pondría celoso a cualquiera,  incluso a las estrellas, cuyo brillo se quedaba corto comparado con el de él, y que estaban en compañía de la mismísima Luna.

Pero eso no era todo, podía bajar la mirada un poco más hasta tener a la vista sus manos. Al observarlas con detenimiento pensó, que si había algo de la anatomía humana que más le gustara, eran, ahora, las manos. Específicamente, las manos de él.

Era hora de preguntarse ¿es, después de todo, Kageyama Tobio alguien atractivo? Ahora podía decirlo con seguridad: si lo era.

A pesar de la ruda apariencia que aparentaba, todo en él era mantenido y delicado.

Se preguntaba si alguna vez había pensado así de alguien más, probablemente nunca. Admiraba a Bokuto y le tenía profundo afecto, admitía que tenía un crush en él, pero nunca consideró la posiblidad de que él la viera de esa forma, así que lo descartaba. Pasaba algo parecido con Kuroo, o con Akaashi, pero igual, lo descartaba.

¿Eso significaba que Kageyama ocupaba un lugar más... especial?

Debía pensar un poco más en ello.

Aquel día concluyó con un retardado regreso a casa, un pequeño castigo de parte de sus padres y el regaño de Bokuto por medio de una llamada.

Su aflicción seguía ahí, continuaba ese sentimiento de culpabilidad, pero ahora, ya no quitaba luz a sus ojos, no encorvaba su dorso ni la abatía con un ímprobo dolor de cabeza, más bien, se había resignado.

Sin embargo, no olvidaría aquello, se esforzaría más para llevarse la victoria para el torneo siguiente, torneo de Primavera.

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Lunes 03 de Junio Preparatoria Karasuno Clase 1-4.

La brisa fresca entraba por la ventana en la recargaba su cabeza, disminuyendo el calor veraniego que invadía la preparatoria.

Akari miraba con pereza a la profesora hablar durante la clase, faltaban menos de 5 minutos para poder salir al receso y su impaciencia comenzaba a crecer. Hoy precisamente, era el tercer día de las preliminares del torneo Intercolegial, donde Kakugawa buscaría ganarse el lugar para el torneo Nacional.

Que impotencia sentía, si no hubieran perdido, serían ellas quienes disputarían por el puesto.

"¡Pffff!" Suspiró, dejando salir un suave bostezo.