Capítulo 35

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Lev tenía una destellante sonrisa que, conforme iba aproximándose, se ensanchaba cada vez un poco más.

"¡Akari-san!" Exclamó con entusiasmo.

La caja que llevaba en brazos tambaleó cuando el grito la tomó por sorpresa y sacudió su cuerpo. Volteó con dificultad. Lev era tan alto como siempre.

"¡Ho-hola!" Saludó, estabilizándose.

"¡Akari-san! ¿Qué llevas en brazos? Se ve pesado." Aludió "Déjame llevarlo".

"N-No-"

Lev no esperó respuesta alguna, tomó la caja y comenzó a avanzar, esperando que ella lo siguiera.

Cosa que hizo.

Gracias, pensó.

"Es bueno estar aquí, ¿eh?" Habló el peligris. "Quiero decir, ¡lo estaba esperando tanto!"

Akari aceleró un poco el paso para lograr estar a su altura, irónicamente. "Es bastante bueno, estoy ansiosa por jugar".

"¡Akari-san luces increíblemente radiante hoy!" asaltó con fuerza y un toque de dulzura. Aún llevaba la caja en brazos.

Akari se detuvo por medio segundo ante el comentario del chico, el calor subió a sus mejillas. Lev no parecía ser completamente consciente de lo que acababa de decir, seguramente lo decía sin ningún tipo de mala intención, pues él seguía caminando. Sin embargo, para ella fue completamente inesperado.

Subió la mano a su cabeza "Vaya, este..." realmente no sabía que decir.

Finalmente, Lev se dio cuenta de que las  cortas piernas de Akari no eran lo suficientemente largas como para seguirle el ritmo, así que relantizó un poco su andar para poder verla sonrojar.

Akari giró mirarlo "Tú también luces radiante hoy, Lev" respondió sonriendo.

Lev sonrió. Y algo dentro de él se alegró de escuchar esa respuesta.

"¡Te ayudaré con estas cajas y luego podré ir a verte jugar!"

Akari rió "Eres muy amable, pero no deberías descuidar tus entrenamientos... quizás nos topemos en los descansos o en las comidas", respondió.

"¡O podrías unirte a alguno de nuestros entrenamientos individuales, Akari!" Sugirió, aparentemente, esa idea le agradaba más. Akari se dio cuenta de que el peligris daba pequeños saltos de alegría cuando algo nuevo se le ocurría, como en esa ocasión.

Hablar con Lev era agradable para ella, por alguna razón, le alegró hacer un nuevo amigo con el que compartiera algunos rasgos. Quizás Lev era más que el chico de casi dos metros que todo el mundo veía.

Cuando llegaron al gimnasio, Akari se giró a Lev para agradecerle, pero el chico se negó y  realmente le ayudó a cargar las cajas que tenía que llevar, por más que Akari le insistió volver con su equipo.

...

A Kageyama no le gustaba nada la sensación que acababa de darle ver al enorme chico nuevo del Nekoma acercarse a Akari tan campante.

¿Con qué confianza lo hace? Ni siquiera ha hablado lo suficiente con ella. Se preguntó. 

Bufó. No debía pensar en eso. Estaba apunto de iniciar con el campamento, la relación con Hinata no estaba del todo bien, tenían un montón de cosas por mejorar y no podía darse el lujo de pensar en algo más que no fuera el voleibol.

Debió pasar más de una hora para que todo el mundo estuviera en orden; los equipos instalados en sus hospedajes, correctamente desayunados y calentados, acomodados según el orden en que rotarían para los partidos y escuchando las indicaciones de sus superiores.

El Regreso de una Prodigio [Haikyuu!!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora