Jen POV
La mañana que me fui, el trafico era horrible
Las calles de Los Angeles estaban llenas de autos. Aunque el chofer del taxi me había convencido de que llegaríamos al aeropuerto a tiempo, me estaba desesperando cada vez más mientras los minutos pasaban y aun no nos movíamos.
Parecía que todo el mundo estaba en la calle hoy, lo que resultaba en un gran embotellamiento. Probablemente el peor que había visto.
Y, claro, era justo hoy.
Toda la mañana había estado corriendo por el apartamento, tratando de meter todas mis cosas en la valija que iba a llevar a Vancouver. Después de vaciar las estanterías del baño, y reconsiderar toda la ropa que había guardado, llegué a dos conclusiones.
Primera: Debí hacer todo esto ayer.
Segunda: Era una mala idea subir a un avión con resaca. Muy mala.
La noche anterior había tenido una fiesta con mi familia y amigos más cercanos, ya que me iba Vancouver por varios meses. Había sido una increíble velada, pero después de pocas horas de sueño, mi humor había cambiado drásticamente.
Aunque, cuanto más lo pensaba, era de esperarse.
-¿Podríamos ir un poco más rápido? -le pregunté al conductor, tratando de no sonar desesperada mientras consultaba por millonésima vez mi reloj- Si pierdo este vuelo...
Cacé la mirada del chofer en el espejo. Tenía una ceja levantada cuando hizo un gesto hacia el trafico.
-Lo siento, Ms. Morrison, pero no hay nada que pueda hacer con este desastre.
Suspiré y forcé una sonrisa. En parte porque sabía que no era su culpa, pero también porque no quería otras tres horas en un avión seguidas de 40 minutos de auto hacia el hotel. Después de tantos años me había acostumbrado a los viajes, pero eso no significaba que me gustaban todo el tiempo.
Después de otros frustrantes 10 minutos, el trafico mejoró un poco, y eventualmente llegamos a LAX. Me puse un par de anteojos de sol muy oscuros, un sombrero, y me apresure por la puerta.
Cada vez que me encuentro en un aeropuerto, alguien me reconoce.
Vi a una chica mirar en mi dirección y dejar caer su mandíbula. Ya sabía que iba a pasar a continuación. Sacudió el hombro de su amigo, quien se dio vuelta y me miró escuálido.
Ellos vinieron casi corriendo hacia mi, así que me tomé una foto, y les firme unos autógrafos. Cuando me disculpé por la prisa, se veían como si estuvieran a punto de desmayarse.
Estas cosas hacían el viaje un poco más trillado, pero era una forma de conectarse con las personas que veían y amaban el show. No lo cambiaría por nada.
Casi exactamente un año antes, iba en un avión a Vancouver a conocer a Adam Horowitz y Edward Kitsis, dos de los escritores de Once Upon a Time. Esta vez, iba en el mismo avión, pero a hacer una prueba de cámara con un nuevo miembro del cast, y a grabar la segunda temporada.
El año pasado se había ido en un parpadeo, y el apoyo de los fans fue invaluable.
Una voz muy monótona anunció que los pasajeros del vuelo a Vancouver podían abordar, así que lo hice con el ticket en mi mano. En cuanto encontré mi asiento, me senté con un suspiro de alivio.
Agarré mi libro, lista para aislarme del mundo por las proximas horas, cuando alguien tocó mi hombro.
-Disculpe, Ms..?
Si quería un autógrafo, podría haberlo pedido mientras seguíamos en el aeropuerto, pensé. Ahora sería cuestión de tiempo para que otras personas me reconozcan, y tendría que pasarme las siguientes tres horas firmando.
Vacilante, me voltee a un hombre que me miraba incomodo. Agarró la correa de su mochila, y se rascó detrás de la oreja.
-Lo siento, pero creo que estás en mi asiento.
Me sonrojé. Él no me había reconocido, no quería un autógrafo.
-Debí haberme confundido -dije, buscando mi pasaje de abordaje. Lo saqué de mi bolso y miré el número de asiento.
Asiento 123.
Donde estaba claramente no era el asiento 123. Estaba en el 132.
Alcé la vista para mirarlo, parado con la mochila en su hombro, y forcé una pequeña sonrisa.
-Definitivamente me confundí. Mi culpa, debo estar distraida.
Sus labios se curvaron en una sonrisa, y se mordió el inferior alzando una ceja, como si ni notara que lo hacía.
Me levanté de mi asiento y no pude reprimir una real sonrisa cuando lo miré de nuevo.
-Que tengas un vuelo agradable.
-Igualmente. -se alejó unos pasos para dejarme salir, parándose enfrente de una anciana que trataba de llegar a su asiento.
-¡Mira por donde vas, niño! -le gritó. Antes de que tuviera la oportunidad de disculparse, lo empujó, con una mirada frustrada y estresada.
Las personas a nuestro al rededor nos miraban divertidos cuando salí al pasillo. Enarqué las cejas y le dirigí a él una última mirada antes de dirigirme a mi asiento.
Diez minutos después, cuando el avión despegó, mis pensamientos ya estaban en Vancouver, donde iba a hacer la prueba de cámara en dos días. No fue hasta que dejamos LA atrás, cuando mis pensamientos volvieron al chico con la mochila. Había algo acerca de él...
Me levanté de mi asiento, distinguiendo su cabello oscuro, y me senté de nuevo. Hice una mueca.
Debió ser el acento.
Autora: Sé que esto es solo el principio, pero tengo algunas ideas divertidas. Háganme saber si les gustó en los comentarios! Espero que les haya gustado.
Em: Bueno, qué tal? No soy %100 experta en ingles, pero me defiendo. Recuerden seguir a theyshareguyliner, la escritora original! You can read this fanfic in english in her profile <3
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El quinto piso COLIFER
FanfictionCuando Jen y Colin se conocen por primera vez, inmediatamente saben que se llevan bien y que tienen química. Las innumerables horas en el set los acercan, pero Jen, con miedo de bajar la guardia, mantiene su distancia. Luego, un desafortunado incid...