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*Narra Frank*

Los ojos de Gerard, que se habían vuelto de un color azul oscuro como el mar, estaban completamente inundados. Él había girado su cabeza hacia un lado, intentando que yo no viera sus lágrimas. Y joder, creo que en ese momento me dolió más a mí que a él.

"Mierda, Frank. ¿Por qué eres tan brusco? Joder, ya le has hecho llorar. Serás estúpido..." las palabras se agolpaban en mi mente sin dejarme pensar. Mikey tenía una mano apoyada en el hombro del pelirrojo y me miraba con una expresión de decepción. Sus ojos grises escrutaban mi rostro, supuse que en busca de una respuesta por mi parte. Y así fue.

Me levanté y caminé al otro lado de la mesa, donde estaba sentado Gerard. Me agaché para quedar a su altura y observé su rostro; sus ojos eran una mezcla de dos tonos de azul, oscuro por fuera y claro por dentro, me miraba sin entender qué estaba haciendo yo. Para ser sincero, yo tampoco tenía ni idea de qué estaba haciendo.

Agarré su rostro con ambas manos, el tono claro de sus ojos se expandió por todo su iris, dejando pequeños trazos oscuros.

-Lo siento. Siento ser tan estúpido, no quiero que llores-Aparté sus lágrimas con mis pulgares.-Sé que no sabes nuestras costumbres, y que no sabes muy bien cómo actuar, pero...

Y, sin aviso alguno, me abrazó. Cerré mis ojos y me aferré a su calor con todas mis fuerzas, sentí sus manos atraerme más a él. Acaricié su cabeza y entrelacé mis dedos con su cabello rojo. Abrí los ojos poco a poco, Mikey sonreía y sus ojos habían vuelto a su color natural.

Cuando nos separamos, Gerard se secó las lágrimas restantes con sus manos. Me miró y pude ver un tono rosado en sus ojos.

-¿Quieres que te ayude a limpiar eso?-murmuró, haciendo un gesto de cabeza a la pizza, que seguía pegada en la pared.

-No te preocupes, ya lo limpio yo.

Me levanté y cogí el trozo de pizza, lo tiré a la basura y me volví a sentar en mi silla. Había una mancha en forma de triángulo en la pared, no pude evitar reír. Terminamos de cenar rápidamente, no sobró nada; resulta que Mikey tenía un apetito tan voraz que se comió una pizza casi entera.

-¿Ahora qué vamos a hacer?-me preguntó Gerard después de que me ayudaran ambos aliens a recoger.

Miré mi reloj, eran las diez y media de la noche. Pasé una mano por mi cabello mientras pensaba en lo que podríamos hacer. Y de pronto se me ocurrió la mejor idea del mundo.

-¿Sabéis lo que es Star Wars?

Se miraron el uno al otro con expresión interrogante, y el tono azul claro se apoderó de ambos pares de ojos. Les expliqué más o menos de qué iba la saga mientras ellos escuchaban atentamente todo lo que yo les decía. Cuando terminé, ellos se sentaron en el sofá mientras yo buscaba el DVD del episodio IV. Escuché a Mikey quejarse desde el salón.

-¡Frank!

-¿Qué ocurre?-pregunté alarmado mientras regresaba a la sala. Conociéndolos, podrían haber quemado la casa.

-¿Podemos cambiarnos la ropa? Esto es incómodo...-Mikey se revolvía en la sudadera.

Asentí más calmado y cogí dos pijamas que tenía guardados. Ellos se cambiaron en el salón mientras yo seguía buscando la película, aunque aproveché para cambiarme también. Volví al salón con el DVD entre las manos, lo puse y me senté en medio de ambos.

La película comenzó y las letras del principio aparecieron. Gerard las leía en voz baja y lentamente, como leen los niños pequeños. Me pareció tierno, pero no aparté la vista del televisor.
Iban apareciendo personajes, definitivamente Mikey estaba enamorado de Han Solo. Y no, no lo digo de una forma "metafórica", o algo por el estilo; cada vez que Harrison Ford salía en la pantalla, al alien le brillaban los ojos.

Al terminar la película, ambos parecían muy animados.

-¿Hay más de esto?-preguntó Gerard con una sonrisa.

-Hay otras cinco películas, si queréis podéis verlas mientras duermo.-como ellos no necesitaban dormir, sería buena idea que vieran la saga mientras yo descansaba.

Así que, después de encontrar el resto de películas, les expliqué como ponerlas en la televisión y me fui a dormir.

*Narra Gerard*

Cuando empezó la cuarta película (aunque no sabía porqué ponía "Episodio I"), de pronto me surgió una duda sobre la historia. Le pregunté a Mikey a ver si sabía porqué aparece un tal "Anakin Skywalker", pero él tampoco sabía nada. Así que decidimos despertar a Frank.

Entré en su habitación despacio e intentando no hacer ruido. Él estaba tumbado boca abajo y sin camiseta, con los brazos hacia arriba y sus tatuajes cubriéndole los brazos y la espalda. Me quedé unos segundos observando cada detalle de su piel, cada gota de tinta derramada por ella, cada lunar, cada arruga, sentía unas tremendas ganas de tocarle.

Pero no lo hice.

En su lugar, recordé la duda sobre la película, así que me decidí a preguntarle.

-Frank,-dije con una sonrisa amable y hablando un poco más alto de lo normal para que despertara-tengo una duda sob...

La almohada de Frank chocó contra mi cara con fuerza.

-¿Qué coño haces en mi habitación a las cinco de la mañana?-sonaba enfadado.

-Mikey y yo tenemos una duda sobre Star Wars...

Suspiró bruscamente y se levantó a trompicones, dirigiéndose al salón. Confundido, le seguí.

-¿Qué hacéis?-preguntó Mikey viendo que entrábamos en la cocina.

-Voy a preparar café. Venid y os resuelvo la duda.

Así que, después de que Frank preparara una extraña y deliciosa bebida marrón y nos explicara quien era Anakin Skywalker, seguimos viendo la película los tres juntos.

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Holiwi!!

¿Que tal la vida, pequeñas zanahorias? :3

Ahre, este capítulo me encanta <3 así que espero que a vosotrxs también :v

Weno weno, no os he hecho esperar tanto así que espero que estéis orgullosxs de mí c":

Adiós zanahorias!!

Alien Eyes~FrerardDonde viven las historias. Descúbrelo ahora