Capítulo 2: UNA MADRE

3.6K 42 2
                                    

Desde muy niña estaba Elisa en poder de la señora Shelby, que le tomó gran cariño y la educó y la cuidó como a una niña mimada.

Cuando fue mayor se casó con un joven mulato, esclavo de una plantación vecina. Se llamaba Jorge y era de gran belleza e inteligencia. De tal forma que su amo lo alquiló para trabajar en una fábrica de los alrededores. Jorge inventó una ingeniosa máquina para blanquear el cáñamo, que denotaba su talento para la mecánica, por lo que fue muy felicitado. Pero, como según las leyes, Jorge no era un "hombre", sino una "cosa", estaba en poder de un amo tiránico, inculto y vulgar. Al enterarse del invento de Jorge fue a la fábrica para verlo. Allí fue muy felicitado por el industrial y por los demás obreros por poseer un esclavo tan competente.

Jorge, lleno de alegría, comenzó a enseñar a su amo la fábrica, explicándole todo con tan elocuencia que dejaba maravillado a cualquiera. Pero el espíritu mezquino de su dueño se sintió empequeñecido al ver a su esclavo tan varonilmente hermoso y tan listo y distinguido. Y fue tal la envidia que sintió el amo que decidió en aquel mismo momento retirar a Jorge de la fábrica después de cobrar sus jornales y llevarlo a la plantación para dedicarlo a oficios más bajos, donde no pudiera demostrar su inteligencia y su cultura.

Cuando comunicó al fabricante que deseaba llevárselo, éste lo sintió mucho y ofreció aumentar el salario a Jorge.

-No me interesa el dinero. Quiero emplear a Jorge en la plantación -fue la respuesta de dueño.

-Pero es que Jorge tiene una gran disposición para la mecánica...

-¿Y a mí qué me importa? Tiene que venir a cavar la tierra; para eso soy su dueño.

Jorge comprendió lo que pasaba en el espíritu de su amo. Y al ver la envidia y las bajas pasiones que lo dominaban sintió deseos de hacerle frente. El fabricante se dio cuenta del estado de ánimo de Jorge y le dijo, por lo bajo:

-Ten paciencia, Jorge. Sigue a tu señor y procuraré dentro de unos días que te deje volver a la fábrica.

El tiránico amo percibió el cuchicheo y al comprender su significado se afirmó más en su idea de martirizar a Jorge y no dejarlo volver. En efecto, lo llevó a la granja, donde lo obligó a realizar trabajos pesados. Jorge procuraba dominar su carácter, pero su mirada airada y orgullosa demostraba que el hombre no puede ser convertido en una "cosa".

Jorge y su esposa, Elisa, se amaban con ternura. Durante su vida de casados se veía con frecuencia y su felicidad sólo fue turbada por la muerte de sus dos primeros hijos.

Elisa sufrió muchísimo, pues era una madre cariñosa. Por fortuna, el nacimiento de Harry la consoló de sus penas.

Sin embargo, al saber la conducta injusta del amo de Jorge, la pobre madre volvió a sufrir, pues conocía el carácter enérgico de su marido y temía que algún día, exasperado al verse tan mal tratado, cometiera cualquier locura.

A los ocho o diez días de haber salido Jorge de la fábrica, el buen industrial, cumpliendo lo prometido, fue a visitar al dueño para rogarle que dejara a Jorge volver a trabajar junto a él. Pero, aquel hombre brutal y perverso se negó rotundamente y despidió al fabricante con descortesía.

Cuando Jorge supo el resultado de la entrevista comprendió que su vida sólo estaría dedicada al trabajo más rudo. Y que no lo dejarían jamás progresar ni tratar de emanciparse por su inteligencia y sus nobles esfuerzos.

La Cabaña del Tío Tom (Harriet Beecher Stowe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora