Samuel, con una expresión de seriedad y templanza, se acercó suavemente al mostrador y aclarandose la garganta dijo:
- Quiero al del encaje rojo.
- Está bien, la noche con él cuesta 200 euros, con todos los servicios que desees,claro.
- Melisa, sabes de sobra que el dinero para mi no es un impedimento. 200 euros son chatarra para mi bolsillo - Respondió y después esbozó una sonrisa sacando un talonario. Le extendió el cheque en señal de 200 euros a la mujer, y esta le dió las llaves de su habitación. Cada cuarto tenía su llave, para guardar la intimidad y que fuera más profesional. La joven llamó al chico y cuando se colocó al lado de Samuel, dijo:
- Guillermo, tienes un cliente. Tratale bien porque es uno de nuestros clientes más queridos y habituales.
El chico asintió y Samuel procedió a decir:
- Hola, Guillermo - Dijo con una voz varonil y fuerte - Supongo que sabrás quien soy. - Terminó arqueando una ceja y esbozando una sonrisa.
- N-no - Respondió tembloroso y con respeto.
- Soy Samuel De Luque. - Dijo y se quitó el bigote postizo que llevaba para ocultar su identidad.
- V-vaya, un placer.
El chico se estremeció y Samuel sólo esbozó una sonrisa picarona.
- Que lo disfruten - Concluyó la muchacha despidiéndose de ambos.
Samuel alertó a su amigo Rubén de su ausencia y este agitó su mano en símbolo de despedida.
Les había tocado la habitación número 7 y hacia allí partían, en silencio. En realidad, no les había tocado esa habitación por cosas del azar, era el número de la suerte de Samuel y por eso la había reservado para él sólo desde que llegó a ese mundillo de la noche. Ambos caminaban sin intercambiar palabras, Samuel por la delantera con su apretada corbata y distinguido traje, mientras que Guillermo le seguía los pasos, en paños menores y atemorizado por la sonrisa arrolladora del mayor. Un chirrido se escuchó y la puerta se abrió suavemente, provocando que el azabache se apartase y le cediera el paso a su acompañante. Samuel dejó sus cosas en un sillón individual, y se dirigió hacia el minibar,siviendose una copa de wisky.
- ¿No quieres?
- G-gracias pero no, nos prohíben beber durante el servicio, a no ser que el señor lo demande en la recepción.
- Está bien. Siéntate y ponte cómodo.
Él joven se encogió y se sentó delicadamente sobre las sábanas moradas de seda que aguardaban en la cama. Samuel se despojó lentamente de su americana colocandola sobre la silla, y se revolvió el pelo suavemente mientras tomaba un sorbo de su bebida:
- Te veo tenso, Guillermo.
El joven alzó su cabeza en busca de los ojos del mayor y con timidez dijo:
- N-no me imaginaba que una persona como usted estaría en un lugar como este.
Samuel volteó y mirándole fijamente a los ojos dijo:
- ¿Por que dices eso? - Preguntó con un tono de picardía. Volvió a darse la vuelta para seguir con su tarea y el menor se pensó su respuesta durante unos segundos.
- Pensaba que estaría en un lugar más "selecto" que este.
El mayor se volteó de nuevo y esbozó una sonrisa para después decir:
- Las apariencias engañan.Perdón por tardar tanto, pero los estudios son lo primero. Lo siento si alargo demasiado las acciones pero es que quiero detallar cada momento de la novela, en el próximo capítulo ya empezará em wigetta hard :3 También os podéis pasar por mi novela Dangerous Love, ya que también le estoy poniendo mucho empeño y puede que os guste
Bai <3
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《 Striper 》Wigetta
FanficSamuel, uno de los actores más queridos y adorados por sus fans, decide comenzar con una adicción que será su perdición. Un prostíbulo gay, ¿Quién se lo imaginaria? Y, es más ¿quién podría llegar a pensar que allí se encontraria su más preciado y va...