Pequeños Imprevistos

Uno (✔️)

El gran engaño

Lewis

24 de Mayo del 2017

Un nuevo día en el infierno al que muchos denominaban como hospital.

Siempre odie y al mismo tiempo le tenía temor a este tipo de organizaciones.

No me gustaba el ambiente, y por esa misma razón siempre lo evitaba.

Quizá fuera por el hecho de que las habitaciones siempre olían a alcohol o desinfectante, o tal vez mi odio irracional se debía a las paredes excesivamente blancas que idiotizarían el cerebro de cualquiera. De igual forma, todos sabían que la comida era tan mala y desabrida que muchos pacientes preferirían morir de inanición.

Di un largo suspiro antes de volver mi mirada a Killian, mi mejor amigo, él único que sabía la verdad o al menos parte de ella. Al fin y al cabo, la noticia de que había despertado recién se había esparcido hace un par de horas aunque la realidad es que nunca me encontré en coma.

En un principio me encontraba tan sedado que a duras penas era consciente de mi mismo, pero luego que los químicos dejarán de hacer efecto me decidí por dormí las horas que fueron necesarias para descansar de mi fatiga y de ahí fingí.

Las clases de actuación e improvisación que el resto de mis amigos me obligaron a tomar con ellos para su desenvolvimiento en el escenario por fin había dado sus frutos.

Los había engañado a todos por completo.

―Entonces... ¿En verdad vas a seguir con esta farsa? ―cuestionó Killian interrumpiendo el hilo de mis pensamientos al tiempo que se acomodaba en la silla a mi costado.

―Como verás ahora me encuentro bastante comprometido, ―respondí señalándole mi brazo izquierdo enyesado.

Lo bueno era que aún sentía mi cuerpo entumecido y si eso no fuera poco tenía una cicatriz, o mejor dicho dos. Las cuáles se encontraban debajo de mi ojo derecho, el cuál a pesar de todo el vendaje y las gazas eran bastante resaltantes.

―Aún no puedo creer que hayas hecho todo esto por Philip, ¡casi te matas por una guerra sin sentido!

― ¡Estás loco! ¿En verdad crees que todo esto fue por Fitzgerald? ―pregunté sin poder creer su inocencia. ―Yo estaba de camino a la fiesta, se me hizo tarde por andar trabajando eso es todo, ―apunté diciendo la verdad.

―La investigación señala que alguien cortó tus frenos, ―soltó Killy confirmando mis sospechas. ― ¿Puedes pensar en alguien que tenga asuntos pendientes contigo?

―Puedo pensar en alguien que se ha metido en graves problemas y sin querer me esta arrastrando dentro de ellos, ―solté sabiendo de sobra que iba a tener que dar muchas explicaciones.

― ¿Es por esto que quieres hacerte pasar como amnésico? ―preguntó haciéndome suspirar.

―Me conoces bien, ―solté un tanto divertido por la situación.

―Lewis, ¿confías en mí?

―Sí.

―Entonces, dime, ¿qué es lo que escondes?

Negué con la cabeza, no era el momento de hablar de esto, así que nos mantuvimos en un largo silencio incómodo por lo que pareció una eternidad.