- ¡Disculpe, señorita! - la chica de rizos rojos volteó y se encontró con un chico moreno y alto, muy guapo y con barba incipiente corriendo hacia ella desde el otro lado de la calle, una vez la alcanzó, levantó el celular hasta su cara sin mostrar señal alguna de cansancio... O de querer coquetear. Soltó un suspiro, decepcionada.
- ¿Ha visto a este chico? - le preguntó el moreno. Ella analizó la foto un segundo, sintiendo algo ligeramente familiar, pero no estaba segura.
- ¿Cómo se llama? - preguntó ella, tomó el celular y examinó más a fondo la foto. Era un chico muy bonito, pálido, con labios delgados y algunos lunares esparcidos por su cara, sus ojos whisky era lo que más reconocía, pero no sabía de dónde, cómo, cuándo...
- Stiles Stilinski. - algo hizo "clic" en los recuerdos de la chica y por fin recordó en donde lo había visto.
- ¡Ah, sí! - él la miró expectante, pero le devolvió el celular antes de hablar. - Yo trabajo casi a las afueras del pueblo, en una tienda de autoservicio. Este chico... Stiles, bajó de un jeep a cargar gasolina y entró a la tienda a comprar comida y revistas, no recuerdo bien. Fue ayer en la noche, como a eso de las once. Lo que si recuerdo son sus ojos, porque vaya que eran hermosos, pero también se veían rojos, como si hubiera estado llorando. - la chica paró un segundo para mirar al chico moreno, pero este miraba al suelo con el ceño fruncido en señal de preocupación. Acaso estaba... ¿Conteniendo las lágrimas? La chica siguió, temiendo perderse algún detalle importante.
- Se veía mal, supuse que había dejado su casa, ahora todos los adolescentes hacen eso, así que le recomendé un motel para pasar la noche, está a unos veinte kilómetros saliendo de Beacon Hills. El Italian Palace. Estoy casi segura de que siguió mi consejo. Oye, humm, ¿estás bien? - tocó ligeramente el hombro del chico y se sobresaltó, cuando levantó la mirada, la chica pudo ver una lágrima solitaria recorriendo su mejilla.
- ¿Eh? Ah, sí, sí, estoy bien. Gracias por tu ayuda. Adiós. - el chico se dio la vuelta para irse por donde había venido. Ella sabía que lo que estaba por hacer era una reverenda idiotez, ese tipo bien podía ser un violador, secuestrador, asesino a sueldo, un traficante o miles de cosas más. Pero para ella, cualquier cosa era mejor que volver a su casa, que volver con él.
- ¿Tienes coche para ir a buscarlo? - gritó ella, el moreno volteó a mitad de la calle y regresó a la acera.
- No, pensaba caminar. - ella alzó una ceja y se cruzó de brazos.
- No llegarías ni a los cinco kilómetros, estoy segura. Tengo un Mustang, puedo llevarte. - él alzó una ceja y ella rodó los ojos. - Lo gané apostando, ¿ya? No viajarás en un auto robado. ¿Sí te llevo?
- Sería de mucha ayuda, gracias. - la chica asintió y empezó a caminar hacia la esquina de la calle donde había dejado su auto, sintió al moreno caminar detrás de ella. - ¿Cuál es tu nombre?
- Cassandra, pero puedes llamarme Cass. ¿Y el tuyo? - Cass sacó las llaves y quitó los seguros mientras rodeaba el auto hacia el asiento del piloto.
- Derek Hale. - Derek subió al asiento del copiloto al mismo tiempo que Cass. Ella arrancó el auto y enfiló hacia las afueras de Beacon Hills, estaba totalmente libre de tráfico, así que iba más que tranquila.
- ¿Stiles es tu novio o algo así? - Derek, quien había estado viendo su celular los cinco minutos que llevaban de viaje, casi lo suelta por el susto. La voz Cass era fuerte y algo ronca, lo que nunca hubiera imaginado por las curvas tan definidas que tenía.
- Humm... Algo así. - el moreno se removió en su asiento, incómodo. Cass rió.
- Ya veo, ya veo. ¿Quién de los dos la cagó? - el tono de Cass no contenía más que curiosidad, Derek se sorprendió.
- Fui yo. - contestó el moreno con pesar.
- Me alegra que no seas de esos tipos con su estúpida regla de: que me hable él primero. - la última frase la dijo con un tono chillón que hizo reír a Derek. La chica inspiraba confianza, su actitud, sus delgadas cejas, sus ojos café oscuro, sus labios en forma de corazón, todo daba una sensación de seguridad. - Estoy segura de que lo encontrarás, y todo saldrá bien.
- Yo también estoy seguro. - Derek sonrío todos los veinte minutos que hicieron de viaje.
- Llegamos. - Cass aparcó frente a un pequeño motel, con un cartel de neón grande encima que anunciaba: Italian Palace. - Vamos, iré contigo.
Cass bajó y Derek la imitó. Mientras caminaban hacia la recepción Derek olfateaba disimuladamente el lugar, buscando rastros de un olor igual al de la chaqueta del equipo de lacrosse de Stiles. También repasó con la mirada el estacionamiento, en busca de un Jeep azul. Nada.
- Buenas tardes. Estamos buscando a un chico, es algo alto, pálido, ojos café y tiene algunos lunares en el rostro, se llama Stiles Stilinski. - Derek fue el que preguntó a la recepcionista mientras Cass recorría el lugar con la mirada, la empleada los miraba como si fueran la cosa más aburrida del mundo.
- Depende quien pregunta. - dijo por fin la recepcionista. Derek frunció el ceño sin entender y Cass bufó. Una mano con las uñas largas y pintadas de azul claro estampó un billete de veinte dólares en la mesa de la mujer que los atendía.
- ¿Ha visto al chico que describió mi amigo? - Cass preguntó y soltó el billete. La mujer sonrío, tomó el billete y asintió mientras lo guardaba en su prominente busto. Derek reprimió una mueca.
- Sí, llegó aquí hoy en la madrugada, como a las dos. No vi ningún auto, así que probablemente lo dejó en el autoservicio que debieron pasar como dos kilómetros atrás. Está en la habitación 12D, saliendo a la izquierda. Creo que no se ha ido, lo hubiera visto. - Derek ya estaba caminando hacia afuera, Cass agradeció a la mujer y salió junto con el moreno.
- Espero que siga aquí. Tiene que estar aquí. - susurró Derek para sí mismo, Cass lo había escuchado más no comentó nada, se limitó a seguirlo en silencio.
Derek se paró frente a la puerta con Cassandra detrás, un olor más que familiar venía desde dentro. Stiles había estado ahí. O estaba. Un repentino nerviosismo acechaba a Derek, no había pensado que le diría, o cómo reaccionaría el chico. Tenía la mano en alto, más no podía tocar, no se atrevía...
- Yo lo hago, está bien. - Cass apartó delicadamente a Derek, alzó sus nudillos y tocó tres veces. - ¿Hola? ¿Stiles?
Esperó unos segundos sin recibir respuesta, miró a Derek, el cual le hizo una seña con la mano para que tocara otra vez.
- ¿Stiles Stilinski? - Cass preguntó otra vez y volvió a tocar. Se escucharon unos pasos apresurados y el seguro de la puerta siendo quitado. La puerta se abrió y unos ojos café claro cargados de fastidio aparecieron ante la de chica rizos y el moreno.
- ¿Qué es lo que...? - verde y whisky chocaron. A Derek le asaltó una oleada de sentimientos del chico tan hermoso que había aparecido ante él, sin poder evitarlo sus ojos se cristalizaron y sonrió.
- Hola, Stiles.
*-*-*-*
MUAJAJAJA
xD
¿Qué creen que pase? ¿cómo reaccionará Stiles? ewe
Actualizaré pronto, tranquilos, bajen los cuchillos :'v
Voten y comenten que les pareció
( ͡ ͡° ͜ ʖ ͡ ͡°)
Psd. ¿Les gusta la nueva portada?- Isxac Lxhey.
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Mancha De Tinta [sterek]
FanfictionStiles escribe una carta antes de desaparecer, una carta especialmente dedicada a la persona que siempre amó en secreto: Derek Hale. "[...] querido, ni siquiera estoy permitido a llamarte así, pero no me importa, lo hago. El punto de toda esta palab...