La manada se encontraba reunida en casa de Scott, John Stilinski estaba sentado en el sofá de los McCall esperando a Lydia para que ya estuvieran todos. La banshee entró mirando nerviosa el celular y volteó a mirarlos a todos.
- ¿Y Stiles? - Liam y Malia le dedicaron a Scott una mirada asesina.
- ¿Solo la llamaste y no le dijiste por qué? - Liam se cruzó de brazos y el alfa verdadero suspiró. Kira se decidió a intervenir levantándose del sofá donde estaba John.
- Stiles se fue, Lydia. Escapó. - Lydia abrió los ojos como platos y su boca quedó ligeramente abierta, el celular se le hubiera resbalado de entre los dedos si no hubiera sido la única cosa a su alcance para aferrarse.
- Pero, ¿p-por qué? Estaba bien, ayer lo vi por la mañana y... ¿qué es eso? - Lydia miró la pila de cartas que estaban junto a John, una ya estaba abierta y desdoblada.
- Se despidió, le hizo una carta a todos nosotros. - habló el alfa, Malia miró al suelo intentando no llorar, ella también había abierto su carta al igual que Scott y Liam. - También dejó una para ti, toma.
Lydia se acercó lentamente hasta el montón de cartas y para su suerte la suya se encontraba a la vista, pero cuando levantó la suya quedó totalmente desconcertada al ver la que se encontraba debajo.
- ¿Para Derek? - toda la manada frunció el ceño al mismo tiempo, Lydia tomó la carta y la suya la dejó a un lado, señaló a John con la carta y ladeó la cabeza. - ¿Derek Hale? - Liam bufó.
- No, Derek Juárez. - Lydia le miró mal y Liam se arrepintió. - Lo siento.
- ¿No creen que eso es lo menos importante? Stiles no está, hay que encontrarlo. - Malia dio un paso adelante, extrañamente no tenía el ceño fruncido y estaba a punto de llorar.
- Ese es el problema, Malia. En cuanto me acerqué a la puerta de su habitación olí a quemado, entré y estaban todas sus cosas ardiendo en el cesto de la basura y de la ropa sucia, por suerte no quemó todo el cuarto. - John seguía sentado mientras hablaba y ahora todos le prestaban atención excepto Lydia, la cual leía con lágrimas en los ojos su carta. - Llamé a Scott de inmediato, cuando llegó le expliqué todo. No encontró ningún olor incluso cuando hubimos apagado el fuego y sacado todo lo que se quemó. No hay rastro, no está su Jeep, no hay nada.
John se llevó las manos a la cara y se hizo el silencio, nadie sabía qué hacer o decir. No tenían forma de localizar a Stiles, su teléfono estaba apagado. No había olores, no había ni una mancha de polvo.
- En mi carta menciona que se fue del pueblo, y que no quiere que lo reporte desaparecido, sheriff. - John miró a Scott con los ojos cristalizados, todos los lobos se ahogaban con el olor a tristeza que desprendía el seriff Stilinski.
- No me importa, encontraré a mi hijo así tenga que mover cielo mar y tierra para hacerlo. - John se levantó del sillón y salió de la casa de los McCall, ignorando los llamados de Melissa, que acababa de entrar por la puerta. Melissa miró a todos los chicos con una ceja levantada.
- ¿Qué pasó? - preguntó y todos miraron a Scott.
- Stiles huyó, y no quiere que lo busquen. Nos dejó una carta a todos, pero en ninguna explica el por qué se fue. Hasta le dejó una a Derek. - Melissa se impresionó por lo último, aunque salió corriendo de nuevo hacia la calle buscando a John.
- Bueno, vayan a sus casas, chicos. Mañana hay examen. - Todos dirigieron su atención a Scott, sorprendidos, excepto Malia, que se mostró enojada.
- ¿Cómo te atreves siquiera a pensar en un estúpido examen ahora, Scott? - Malia lo señaló con una de sus garras, se había transformado de la pura ira. - ¡Stiles está desaparecido, mierda! ¡Deberíamos poner a todo el maldito Beacon Hills a buscarlo!
- ¡No podemos hacer nada por ahora, Malia! Stiles es tan inteligente que si quisiera hackear el sistema del Pentágono probablemente ya lo hubiera hecho, si no quiere que lo encontremos, no lo haremos. - Malia le rugió a Scott con los colmillos fuera y sus ojos brillando de azul intenso, el alfa verdadero le devolvió el rugido y Malia regresó a la normalidad, intimidada por Scott.
- Estoy de acuerdo con Malia, Scott. Tenemos que hacer algo. Tal vez no hoy, pero ninguno de nosotros descansará hasta saber qué rayos le pasó a Stiles, por qué se fue y traerlo de vuelta. - Liam tomó su abrigo y salió de ahí junto con Mason y Malia.
- Le llevaré la carta a Derek. Tú quédate con Kira, si quieres. Solo espero que no estén de humor para hacer cosas inapropiadas, ya que Melissa está en casa y la traumatizarían a la pobre. - Lydia dijo todo muy seria, tomó su carta y la de Derek y salió del lugar. Kira se acercó a Scott y lo abrazó. Él alfa no entendía, ¿por qué su mejor amigo no le diría nada y solo se iría?
- Prepararé la cena, chicos. Pueden comer o irse a dormir, como sea. - Melissa entró de nuevo y pasó de largo hasta la cocina, hablándole brevemente a los chicos.
- Vamos a dormir. - Kira habló sobre el hombro de Scott y este asintió. No tenía ganas de hacer nada. No tenía sentido nada sin Stiles. Ni siquiera irse a dormir, pues siempre tenía un mensaje cada noche: "¿qué cenaste, conejo cocinado en tu pequeño hornito para hombre lobo?"
Scott se acurrucó más contra Kira en la cama y cerró los ojos. No pudo dormir esa noche, nadie pudo hacerlo.
Ni siquiera Derek Hale.
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Mancha De Tinta [sterek]
FanfictionStiles escribe una carta antes de desaparecer, una carta especialmente dedicada a la persona que siempre amó en secreto: Derek Hale. "[...] querido, ni siquiera estoy permitido a llamarte así, pero no me importa, lo hago. El punto de toda esta palab...