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   Engrudo blanco, con trozos de carne y cositas verdes aqui y allá no es nada parecido a las albóndigas, está comprobado.

-¿Que se supone que es esto?- Digo levantando una extraña sustancia con el tenedor- ¿Donde están mis albóndigas?

-Sandy, tienes que comer más sano, este guiso de judías verdes es muy saludable y además limpia el sistema digestivo, anda-Dice llenando su plato.

-¿Limpia el sistema digestivo? Que rayos,Matt no necesito limpiar nada, quería albóndigas.

-Tu médico clínico no dice lo mismo- comenta por debajo- Como se pondría si supiera que te la pasas comiendo albóndigas con puré.

-Peor si supiera que quieres que coma judíos- miro con asco mi plato.

   Rueda los ojos-No es gracioso, esas cosas te libera de toxinas y te hacen adelgazar. Vamos come- acerca un tenedor cargado hacia mi boca pero me aparto.

-No te entiendo, como sabes esa clase de cosas y no los nombres de los presidentes del país.

-Ellos no me dan de comer.

-Los judíos tampoco- digo inclinando la cabeza para mirarlo fijo.

-Ya basta de los judíos, anda come un poco-vuelve a insistir.

-¿Un poco? ¿Acaso me estas diciendo que estoy gorda?

-Sandyyy - regaña.

-Me niego Matt-digo cruzando los brazos- Lo divertido de los jueves de albóndigas ¡Son las albóndigas! 

-De tanto comerlas te vas a atragantar algún día ¿sabes?

-Genial así voy a morir haciendo lo que más me gusta.

-¿Que cosa?

-Morir -digo en broma.

El quiere reír pero sabe que se caería la disputa- ¡Bien!¿No vas a comer?

-Oh por supuesto que si, solo que no esa cosa.

-Excelente que te vaya bien intentando prender la cocina- se lleva dos bocados a la boca y a mi me produce arcadas.

Espera ¿que?

   Corrí hacia la cocina y revise la repisa,el armario, la alacena y veo como Matt aparece apoyado en el marco de la puerta riendo y si, con plato en mano comiendo- ¿DÓNDE ESTÁ MI MAGICLICK?

   Traga, lentamente se acerca al refresco y llena un vaso, lo bebe con serenidad para luego hablar -Lo olvidaste ¿Verdad? Se le acabaron las pilas y te había dicho que pases por otro al mercado.

-Claro que no, lo hubiese recordado.

-Oh entonces ¿olvide avisarte?- sonrió maliciosamente -Lo siento mucho primita.

-Maldito embustero- tomo una paleta de madera y le hago una cruz imaginaria en el aire- Me las pagaras.

Matt sabe que de niña tuve un accidente con un encendedor a chispa y desde ahí no uso más que un encendedor eléctrico para prender fuego.

Estos traumas de la infancia me persiguen. 

  -¿Pagarte que?- lo miro fijamente- Ay no cómo crees Sandy Mandy que yo, tu primo favorito, a propósito dejaria que no obtengas el único elemento que impide que te alimentes y por ende tengas que depender de mi para sobrevivir y poder gobernar el mundo muajaja- Emite una preocupante y muy bien hecha risa malvada.  

   Estoy por preguntarle como es que le sale tan bien cuando de repente siento en mi bolsillo el celular vibrando y consiguiente la foto de Maggie con letras grandes la frase LLAMADA ENTRANTE.

Su Casa,Sus Reglas (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora