Instagram - Jonathan Silva

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Son las 18:30 y vamos en el auto de Jonathan al obstetra. La temperatura es la de un día cualquiera de otoño, pero estuvo lloviendo todo el día.

Mica y 2 amigas más de la universidad se ofrecieron a acompañarnos, pero mi mejor me mandó un mensaje hace 1 hora diciendo que estaba descompuesta y las otras chicas tenían que juntarse para hacer un trabajo.

Ustedes se preguntaran que si mi mejor amigo también se ofreció, la verdad es que con lo que paso con Axel ahora prefiere no acercarse tanto. A Jonathan no le molesta que sea mi amigo, ni cualquier otro chico. Celos, normales. No estoy diciendo que el arquero era uno de esos locos que tienen encerrada a su mujer y no la dejan verse ni con sus amigas, pero si ustedes hubieran visto la cara que ponía cuando hablaba con otro...

Dejamos el auto en una playa de estacionamiento cercana al consultorio, y mientras caminábamos nos cruzamos con Inés. Si, la que era mi mejor amiga. Venía hablando con otro chico que parece ser su nuevo novio. Apenas nos vio se puso seria, y Jonathan tragó saliva y bajo la vista. El que la acompañaba nos miró expectante, creyendo de que yo iba a saltar y cagarla a trompadas, pero no. Ni la saludé.

Nos tocó esperar un poco, no había tanta gente igual. Nos quedamos hablando un rato, y la gente se acercaba a pedirle autógrafos a mi novio, hasta que el médico se asomó por la puerta y pronunció mi apellido. 

Estuvimos hablando un rato, sobre como me había sentido este último tiempo, algunas recomendaciones y sumándole las charlas de fútbol entre el hombre y mi novio, hasta que me indicó que me recostara en la camilla. Me puso un poco de gel frío y Jony me agarró la mano, ahora nos vamos a enterar que va a ser, si varón o mujer. El doctor pasó el aparato mostrando al bebé, o mejor dicho a los bebés.

— son dos — alegrándose — y son mellizos, una nena y un varón.

Con mi novio nos miramos y sonreímos, ahora cada uno va a tener lo que quiere, en el 90% de los casos siempre las madres quieren nenas y los hombres nenes. Vamos a poder aprovechar algunos regalos que nos dieron parientes, amigos y fans (tanto de él como míos) que eran específicamente para un sexo. También tendremos menos problemas para elegir los padrinos.

Esa misma noche Leo Jara nos había invitado a un asado en su casa, al que también iban a asistir Pavón y Benedetto, ambos con sus mujeres. Por suerte el clima había mejorado y en la espera de que se hicieran las 9 para ir, fuimos a comprar ropa, ya que la mía ya me está empezando a quedar chica.