3. "Espías" y... ¿Amigos?

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Jamás me habían agradado mucho los trabajos grupales. Aunque sonara egoísta, me gustaba hacer las cosas a mi manera, sin preocuparme de si los demás se tomaban en serio el deber o no.

Ese había sido uno de esos días en los que el profesor (de Geografía en aquel caso) te asignaba un grupo con una determinada cantidad de miembros, mencionaba las indicaciones y se iba, sonriendo feliz de la vida esperando a su próxima clase para poder corregir cada uno de ellos y remarcar con entusiasmo los errores, logrando obtener como resultado una mala calificación.

Bueno, tal vez no eran así todos los profesores, pero claro que existían muchos con esa actitud.

Y no, no me había tocado con Connor si eso parecía, ni siquiera con Chad.

Aguarden... De todas formas no podía haberme tocado con Chad, iba a un año mayor. Qué estúpida.

—El proyecto es para la próxima semana, aún hay tiempo. —dijo, relajadamente Jared.

“¿Jared? ¿El del sospechoso grupo de la biblioteca?” «Ese mismo».

—Yo no me lo tomaría tan relax.— hablé.

—Propongo el viernes en la tarde. —intervino la otra chica del grupo, Chloe Becker, la simpática y adorable de la clase.

«Sí, habían muchas etiquetas.»

—Ustedes decidan, luego solo me avisan, ¿sí?— el cuarto integrante del grupo no era nada más ni nada menos que Zack Grey.

—Me gustaría decirles algo— sonreí irónica— O todos participamos como se debe, o todos vamos a reprobar el semestre.

—Cierto— apuntó Chloe—, esta nota es muy importante.

—Entonces, ¿el viernes dónde?— preguntó Jared quien se recostaba en la silla bastante cómodo.

—¿En la biblioteca? Dah. — respondió Zack con obviedad.

—Ya sé, pero ¿a qué hora?

—¿Luego de la práctica de fútbol?

—Dime, Zack. ¿Por qué diablos te interesa la práctica de fútbol?— bufé señalando su yeso y sus muletas— ¿Es una broma? Tu pierna está fracturada, no puedes jugar.

—¿También estás en contra de que les quiera brindar apoyo a mis compañeros mientras entrenan, Peyton?

—¿Brindar apoyo?— reí sarcásticamente— Malísima excusa, por cierto.

—Además, la biblioteca cierra a esa hora— informó Jared— O sea, una vez finalizadas las prácticas.

—Eso. — apuntó la castaña.

Paré en seco. ¿La castaña? ¿Acaso era Chloe Becker la otra chica que se encontraba sentada con los otros dos allí?

«Mierda, Pey. ¿Por qué te interesa tanto ese patético asunto?»

—¿Desde cuándo cierra tan temprano?— interrogó el enyesado.

—Desde...—contestó el rubio— todos los viernes, o sea, más o menos veinte minutos antes de que terminen los entrenamientos.

—Lo haremos el viernes antes— resalté la palabra—de la práctica de fútbol. Buscaremos lo necesario en la biblioteca y luego encontraremos algún salón en el que podamos estar. Eso es todo, nos vemos.

—Suena bien. 

(...)

Cuando salía de la cafetería porque ya había terminado mi almuerzo luego de clases, estaba lista para dirigirme a Teatro.

Equipo IncomprensibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora