Nunca he estado realmente enamorado. ¿Triste verdad?
Tengo 56 años y me he casado dos veces, pero ningún matrimonio ha resultado como esos "felices para siempre" ni mucho menos me he casado sintiéndome enamorado de esa persona.
Cuando era joven conocí a una chica de mi edad, estábamos en la misma universidad, era alegre, extrovertida, coqueta y un tanto pervertida.
Fuimos novios durante unos años y me sentía realmente feliz a su lado, pero no enamorado.
Me gustaba su compañía, su aroma, la dulzura de su sonrisa, de su mirada. Pero nada lograba enamorarme perdidamente. Después de un tiempo me casé con ella, construimos una casa en la ciudad y otra en la costa, cerca del mar para vacacionar. Después de un año de casados creamos una empresa logística, ella se encargaba de las gestiones administrativas y yo de toda la contabilidad de la empresa. Dos años después comenzaba a aburrirme la rutina, la veía en mi hogar, en el trabajo, en las reuniones familiares, en todo momento estábamos juntos pero no realmente, no pasábamos tempo de pareja, salvo una que otra noche casual. Pero nada extraordinario. Un día decidió no ir a la empresa y quedarse en casa, lo cual no estaba mal, pues tenía obligaciones bastante agotadoras. Cuando llegué a casa aproximadamente a las 7:00 pm, la encontré en la cocina preparando la cena, se veía diferente, más alegre, llena de juventud otra vez. Después de cenar me dio la noticia de que tendríamos un hijo. Mi corazón palpitaba rápido, sentía una alegría en el pecho y llore como un niño, siempre soñé con aquel momento y ella me lo estaba concediendo.
Nuestro hijo cumplió los doce años cuando nos separamos. La ilusión de compartir su niñez me mantuvo con ella durante esos años, pero ya ninguno sentía amor ni nada parecido, quizá nunca lo sentimos.
Continuamos viéndonos en el trabajo pero todo había cambiado, al principio creí que la extrañaba, pero en realidad solo extrañaba la rutina que manejábamos, extrañaba la costumbre de verla todos los días, la costumbre de llevarle una rosa cada viernes por la noche, la rutina que envolvíamos del trabajo a casa y viceversa.
Cinco años después me casé de nuevo con mi actual esposa, la quiero y me agrada su compañía, tenemos una hija hermosa, que amo con todo mi corazón, pero no me siento enamorado de ella tampoco. Estoy acostumbrado a su presencia, no siento que necesito su amor, no siento ilusión cada vez que la veo, nunca han existido mariposas en mi estómago y dudo que a mi edad pueda sentirlas.
Nunca conocí a aquel amor mágico lleno de ilusiones del que todos hablan, nunca me enamoré y soy feliz así, pero me hubiese encantado contarles a mis hijos y a mis nietos una historia de cuento de hadas.
Año 2016.
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Historias de una loca enamorada
Historia CortaHistorias contadas desde diferentes perspectivas del amor. El amor es todo un lío que muchas veces no sabemos resolver. El amor es fuego y hielo, es alegría y tristeza, es bueno y es malo. Pero sobre todo, el amor es real.