Capítulo 24

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Cuentan que en la costa de Oaxaca se vive entre chilenas y sones, Que la bravura de las olas alimenta los corazones. Se dice que Huatulco es un rincón en nuestro corazón.

Dos niños jugaban a la luz de un lucero de mar. El atardecer bañaba la costa con colores hermosos

─Mami, mami, Mira una ballena.─ Dijo Alex señalándole a su mama hacia horizonte. El padre de los niños abrazo a su esposa por la espalda y recargo la barbilla en su hombro. Mientras veían la cola de la ballena azotar las olas

─ ¿Otra pesadilla?─ pregunto ella

─Lo de siempre─ respondió él con tristeza en los ojos. La culpa solía carcomerlos, a veces su mente los atormentaba y aunque el caso se hubiera cerrado, ambos reconocían su parte de culpa.

─Papi, ¿No puedes dormir?─pregunto la pequeña hija del matrimonio

─No princesa─ contesto su papá cargándola. La niña insistió en bajarse de los brazos de su padre. Su mamá la vio correr hacia la bolsa donde guardaba sus juguetes de playa.

─Toma papá─ dijo entregándole la caracola que años atrás por capricho le habían comprado─ La maestra nos contó que en las caracolas guardan el canto de las sirenas enamoradas, póntela en tu oído para que puedas dormir.─ Su padre sonrió y le dio un beso en la mejilla. La niña corrió hacia el mar junto a su hermano

─No sé qué hice para merecer esto, ─ dijo mirando la caracola y recordando todo aquello que hizo que lastimo a las personas

─Devolviste la libertad─ dijo Kasandra.

─No todos piensan igual─ susurró Kendall

─Velo por ti mismo─ dijo Kasandra enseñándole su celular.

"El verdugo del tiempo"

Hace más de cinco años que este enigmático personaje murió, aunque en un principio la humanidad no entendía las razones de este individuo para destruir los relojes, ahora es clara la intención que tenia, devolvérsenos un momento la libertad, alejarnos de la vida en la que todos corríamos, y más de uno después de años de agonía, tuvimos la dicha de sentarnos a platicar, a reír, a jugar.

En tu honor, señor verdugo, escribo esta novela, que gracias a que la empresa de relojes en la que trabajaba fue destruida, me dio la posibilidad de encontrar mi verdadera pasión.

Kendall sonrió.

Era hora de liberarse de sus pesadillas y dedicarse a disfrutar de su familia. Tomo a su esposa de la mano y corrió al agua, reuniéndose con sus hijos. Entre la blanca espuma encantadora de las olas del mar.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2017 ⏰

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Los mejores crímenes se cometen en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora