-No- Negó rotundamente el morocho
-Bueno-Mariano hizo una pequeña mueca- Nos vemos- Se despidió con la mano y se marchó.
-¿Por qué dijiste que no?
-¿Querías ir?- Me miró sorprendido.
-No pero...
-Pero- me miró esperando que continuara.
-No importa- Caminé hacia afuera del supermercado.
-¿Sabes qué?- Alcanzó mi paso- Tú y yo iremos a esa fiesta... juntos- Se puso algo nervioso- Como novios.Al escuchar la palabra novios no tuve más que parar... ¿De verdad lo había dicho? Sé que no somos simplemente amigos pero tampoco somos novios, o por lo menos no que yo sepa ya que él jamás me lo ha pedido.
-¿Como novios?- Me di vuelta para mirarlo.
-Rayos- Se llevó las manos a la cabeza- ¿No te lo he pedido?
-No- Miré al piso.
-Mira _______- Me levantó la barbilla- Si no lo hice antes es porque simplemente no soy bueno haciéndolo, no sé cómo decirlo- Levantó los hombros- Solo he tenido una novia y que digamos no sé si en verdad fuimos alguna vez algo parecido a novios así que...
-Matias Cordaro- Me colgué en su cuello- ¿Te gustaría ser mi novio?
-¿¡Qué!?- Exclamó sorprendido acaparando la mirada de los transeúntes.
-¿¡Te gustaría ser mi novio!?- Grité a los cuatro vientos.
-No- Me abrazo por la cintura- ¿A ti te gustaría ser mi novia?- Sonreí satisfecha.
-Más que nada.Sonreí y luego sin más me deje guiar por sus labios que se acoplaban a la perfección con los míos.
-Te quiero- Susurró a milímetros de mis labios.
-Yo también- Lo abracé y apoye mi cabeza en su hombro- Siento como si nos estuvieran observando- Él solo se rió.
-¿Qué pasa?
-Voltea- Miré hacia atrás y la gente que pasaba nos miraba enternecidos.
-Qué vergüenza- Me escondí en su pecho.
-¿Quieres ir a otro lado?- Tomó mi mano.
-Claro.Paseamos sin rumbo por el centro comercial alrededor de una hora, cada momento con él era especial, me hacía sentir más allá del séptimo cielo. Luego de aburrirnos nos fuimos y nos estacionamos en una pequeña plaza llena de árboles.
-¿Qué quieres de regalo de cumpleaños?- Apoyé mi cabeza en sus piernas.
-Nada- Arrancó un poco de pasto y lo echó en mi cara.
-¡Matias!- Me levanté y me sacudí- Me entro en la nariz- Me puse a reír.
-¿De verdad?- Se rió conmigo.
-No- Me puse seria y me pare.
-No te enojes cosita- Me abrazó por la espalda.
-No puedo estar enojada contigo- Sentí sus labios en el límite de la mejilla y el cuello.Sentí un escalofrió electrizante recorrer mis huesos, sus besos de alguna manera me prenden.
-A la cosita le dio cositas- Me apretó la cintura.
-No te burles- Me di vuelta quedando frente a él- De seguro a ti te pasa lo mismo.Acaricié su rostro, para acto seguido posar mis labios sobre su cuello. Matias se estremeció por completo, tanto así que en un momento pensé que perdería el equilibrio y caería.
-Ah...Yo- Balbuceó con las mejillas ruborizadas.
-Ya se tu debilidad- Deposite un pequeño beso en sus labios.
-Quiero más.
-¿Más de qué?
-Besos.
-¿En el cuello?
-¡No!- Se tapó el cuello con la manos- Aquí- Estiró su labios.
-Ahí- Abrí la boca grande y mordí sus labios.
-Eres una salvaje- Dijo cuándo solté sus labios- Recuerda que aún estoy adolorido- Se pasó la mano por los labios.
-Rayos- Susurré.
-¿Qué paso?
-Estoy muerta.
-¿Por qué?
-No le avise a mi abuela que me quede en tu casa.
-¿No lo hiciste?
-No.
-Vamos- Me tomó del brazo y me metió dentro del auto.
-Me va a matar, me va a matar, me va a...
-Deja de decir eso- Me interrumpió Matias riendo.
-Pero es que...
-No te va a matar. No si estoy yo para impedirlo- Me sonrió mientras doblaba en una avenida.
-Me encantas- Sonreí y él se quedó pegado viéndome-Matias- No contestó- ¡Matias!
-¿Qué?- Volvió su vista al frente.
-Te pasaste.
-¿Enserio?
-Sí- Paró el auto.
-¿Me pase mucho me miró preocupado.
-Haber- Miré por la ventana- Tan solo cinco casas y un perro.
-¡Demonios!- Se maldijo y empezó a retroceder- Un perro, una casa, una casa, otra casa, otra, y otra- Paró frente a la casa verde de mi abuela- Listo.
ESTÁS LEYENDO
Electric Shock (Matias Cordaro) - Primera Temporada TERMINADA
Fanfiction''Electric Shock'' Dicen que cuando menos esperas las cosas estas suceden pero en mi caso fue diferente, lo único que deseaba en ese momento era a alguien que me protegiera, alguien que me abriera sus puertas y me dejara entrar, como ella lo hizo. N...