Capitulo 18

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-Yo...Emm... Me voy- Tartamudeó Leti y cerró la puerta en un chasquido.

-Que vergüenza con tu madre- Me senté en la cama y me sonroje levemente.
-Lo sé- Dijo con los cachetes ardiendo en llamas.
-Primero lo de tu padre ayer y ahora esto- Me restregué los ojos- Quizás que nos atraparan haciendo más adelante- Rodé los ojos y Matias abrió su boca en forma de una gran "O"- Yo... No quise decir eso- Dije al darme cuenta de lo que había dicho.

¡Demonios! No quería decir eso, y mucho menos que sonara de esa forma... Como una indirecta muy directa.

-Lo hiciste- Se rió tiernamente viendo al piso.
-No quería.
-Sí que querías- Se sentó a mi lado y besó mi mejilla.
-Lo dije sin pensar y sonó algo mal.
-Sí, y sonó bastante mal- Rió mostrando sus dientes.
-¿Esto no se te va a olvidar, cierto?

-No- Tiró mi cabello tras mis hombros- Jamás se me va a olvidar.
-¿Qué puedo hacer para que lo olvides?
-Nada- Negó con una enorme sonrisa.
-¿Seguro?- Llevé mis manos a su golpeado abdomen descubierto.
-Sí- Miró mis manos que estaban a la altura de su ombligo.

Sonreí maliciosamente y comencé a hacerle cosquillas por toda la panza.

-No lo hagas- Cerró sus ojos mientras ponía cara de molestia.
-Lo siento- Él se recostó boca arriba en la cama con la misma agonizante expresión- Se me había olvidado lo de tus heridas- Me mordí el labio preocupada- Matias- Dije al ver que no decía nada-Matias- Repetí.
-Auch- Se llevó las manos al estómago arrugando la frente y los ojos.
-Perdóname esponjosito- Me tape con las sabanas y apoyé mi cabeza en la parte superior de su pecho.
-Está bien cosita- Abrió sus parpados perezosamente.
-Exijo un cambio de apodo.
-¿Por qué?- Curvó sus sonrisa al revés- Me gusta cómo te queda cosita.
-No, me siento como una... cosa- Con mi dedo recorrí cuidadosamente su barriga.
-No eres una cosa- Sentí su mano acariciar mi hombro.
-Entonces cámbiame el apodo- Reclamé deslizando un dedo por su cuello.
-Bueno- Dijo con voz de niño pequeño- Pero a mí me gusta cosita.
-No, Matias quiero un apodo más...
-¿Qué le paso a tu madre?- Me interrumpió una voz que definitivamente no era la de Matias.
-¡Papá!- Exclamó Matias efusivamente.
-¿______?- Preguntó Carlos.
-Hola- Me senté en la cama intentando no ruborizarme.
-¿Cómo entraste?- Dijo de lo más normal como si el hecho de que ambos estuviéramos en la misma cama fuera lo de menos.
-Por la ventana- Mencioné con un tono parecido al de una pregunta.
-¿Hace cuánto tiempo empezaron a tener relaciones?- Dijo Carlos moviendo un poco mi ropa para sentarse a las orillas de la cama.
-Papá- Murmuró Matias avergonzado.
-Bueno si no me quieren decir lo entiendo- Se levantó.
-Matias y yo no estamos teniendo relaciones- Me paré para mostrarle que estaba aun con la ropa puesta.
-Ah...- Miró minuciosamente mi atuendo- Entonces... ¿Cuál es la razón de tu visita?
-Ninguna- Sonrió Matias poniéndose de pie- Solo quería tenerla aquí conmigo- Me abrazo por detrás y dejó el rastro de sus labios en mi mejilla.
-Tan solo hubieras entrado por la puerta- Rió de la misma adorable manera en que Matias lo hacía habitualmente.
-Está bien- Torcí mi cuello para ver a Matias mirándome con un brillo especial en sus ojos.
-Los quiero en veinte minutos más abajo para desayunar ¿De acuerdo?- Dijo segundos antes de cerrar la puerta.
-Iré a bañarme- Camino hacia el baño- Espera... ¿Prefieres bañarte tu primero?- Se volteó revolviéndose el cabello.
-No, ve tú- Sonreí.
-¿Segura?
-Sí- Me di vuelta y comencé a ordenar mi ropa.
-¿Qué te parece aprovechamos estos veinte minutos?- Sentí la voz y la respiración de Matias en mi oreja.
-¿Y después bajamos así?- Supuse sosteniendo las manos de Matias en mis caderas.
-Que inteligente eres felpudita- Me dio vuelta.
-¿Felpudita?- Reí sumergiéndome en sus ojos.
-¿Qué? Te queda perfecto el nombre felpudita.
-Me gusta más que cosita pero todavía no me convence- Hice una mueca.
-Vamos- Puso carita triste- Es justo que tengamos nombres relacionados.
-¿Nombres relacionados?
-Pues sí, yo soy esponjosito y tú eres felpudita- Tocó la punta de mi nariz con su dedo índice.
-Eres adorable pero ve a bañarte.
-¿Me estás diciendo sucio?- Se hizo en ofendido.
-No, pero anda- Lo empujé.
-Con una condición...
-¿Cuál?- Pregunté.

No respondió, tan solo cerró los ojos y estiró los labios.

-¿Quieres un besito pequeño?
-No, quiero uno grande- Se remojó los labios.
-¿Qué tan grande?
-Del porte de la luna y el sol- Me rodeó con sus brazos.
-¿Tan grande?- Fingí sorpresa.
-No seas tontita y bésame- Rozó su nariz con la mía y finalmente devoró mis labios.
-Wow- Dije un tanto extasiada por aquel beso tan increíble- Eso si fue un beso.
-Lo sé- Me guiñó un ojo y se adentró en el baño.

¿Qué puedo decir? El amor me tocó, y esta vez lo hizo con todas sus armas. Sencillamente soy incapaz de recordar mi pasado estando junto a él, con él solo existe el presente y quién sabe si también el futuro...

-Matias...- Susurré enmarcando una sonrisa de estúpida que fue interrumpida por un irritante sonido.

Me quedé inmóvil y preste atención a mí alrededor: Era un teléfono el que sonaba pero la pregunta es... ¿Dónde rayos está?

-¡_______!- Oí la voz de Matias desde el cuarto de baño.
-¿Qué paso?
-¿Podrías contestar mi teléfono? Está en el bolsillo de mi pantalón.
-Okey- Dije buscando con la vista su pantalón.

¡Bingo! Ahí está... Tirado en el piso junto a su polera.

-Sandy...- Susurré viendo la llamada entrante.
-¿Qué?
-Te está llamando Sandy- Oí como algo se caía.
-Emm... contesta.

Sandy, me suena ese nombre, aunque parece nombre de perro para ser honesta. Sin mal no recuerdo... ¿Ella no era la novia de Matias, no?


Electric Shock (Matias Cordaro) - Primera Temporada TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora