Capítulo 8 - Dulce Jaula

306 32 8
                                    

Cuando abrirte los ojos, no estabas en la ciudad, devuelta a la estrella de GUARDADO como pensabas que seria. En realidad, estabas en un cuarto oscuro, en el que había una cama para perro, demasiada pequeña para ti... Así que, solo te dejaron ahí como una bolsa de basura. Sin preocuparte por mover tu adolorido cuerpo y por tu inexistente fuerza, miraste alrededor. Era un lugar aterrador... Sin luz, los muros crujían y no sabias si habían ventan- ah, ahí hay. Pero no podías ver nada, estaban entabladas, solo podía entrar un pequeño rayo de luz. Gemiste, cuando el dolor se intensifico. Oh, no...

«¿Flowey...?» lo llamaste débilmente. « ¿Flowey... Donde... estas? »

No... Era una pesadilla... Tenias que despertar. Esto no estaba pasando. Esto no estaba pasando, ¿verdad? Reiniciaste, ¿verdad? Tu amigo estaba vivo, ¿no es así? El silencio te respondió. Si habías reiniciado, ¿Por qué seguías tan lastimade? ¿Porque Flowey no respondía? No... ¿Qué te hicieron? ¿Qué le hicieron a Flowey? Te diste cuenta de que lo peor ya había pasado. No podías dejar de pensar en Flowey. No podías creerlo... ¿Cómo sobreviviste a eso? Estabas a punto de morir hace un momento, sin embargo, aquí estabas, con vida e inmóvil. Cuando te intentaste mover, un grito salió de tu garganta, mientras tu visión se volvió borrosa y tu vista se lleno de estrellas. Los colores desaparecieron.

Las lágrimas cayeron por tu rostro cuando el dolor se volvió insoportable. Este era el peor día de tu vida... Perdiste a tu mejor amigo, estabas mortalmente heride y atrapade aquí. Si, definitivamente. Cuando intentaste calmar tu dolor, miraste a la ventana. ¿Cuánto tiempo has estado ahí? Te sentías terriblemente hambriente y sobretodo sediente... Pronto alguien vendrá a revisar como estas, ¿Verdad? Decidiste dormir. No había nada que hacer en tu estado actual... Además, solo... Te sentías vacíe, muerte por dentro. La determinación te dejó hace tiempo, no te quedaba nada.

Cerraste tus ojos y esperaste a que el sueño te venciera. 

Un sonido te despertó. Era la puesta que fue cerrada violentamente. Miraste detenidamente los barrotes de tu prisión. Estaban lo suficientemente separados como para poder pasar a través de ellos, pero no podías moverte. Entonces, miraste al rededor, revisando si estabas sole. Reconociste el plato para perros que estaba a tu lado... ¿En serio, ellos creían que los humanos eran un tipo de perro?

Las pisadas se detuvieron frente a los barrotes de la prisión y escuchaste un clic. La luz se encendió, ahora podías ver mejor: Era Sans quien venía a verte. Parpadeaste y ahora, aquí estaba, en el otro lado de la prisión frente a ti. Lo miraste en silenció. Tu corazón latía con fuerza. Solo te miraba, en silenció, con las manos en los bolsillos de su chaqueta y con una sonrisa maliciosa.

« ¿Como estas, cariño? » te preguntó. « Tienes frió, ¿huh? »

Algo no tenía sentido. ¿Porque era tan agradable? Sabias como trabajaba, ya que el te engañó las primeras veces que lo viste. Gemiste, impotente, cuando te diste cuenta de que no te podías mover. Y tenias unas terribles ganas de ir al baño. Tu vejiga estaba a punto de explotar.

« Necesito... Ir al baño... Por favor... » Te las arreglaste para articular las palabras, mientras reprimías las lágrimas. Sans se sorprendió por tu respuesta y ladeó la cabeza.

« ¿Que es un baño? » te preguntó. Oh, en serio. ¿No sabía que era? Tenía que ser una broma. Permaneciste en silencio mientras seguías mirándolo, intentando contener un grito interno. Esperabas a que estallara de risa y dijera que te había engañado... Pero... « ¿Que es? Vamos, ¿el frió te congelo la lengua, copo de nieve? » Caminó hacia ti; miraste hacia la derecha; su amigable voz se volvió baja y amenazante. « El frió no me afecta. Desafortunadamente a ti sí. » Se detuvo justo frente a ti, y se inclinó para poder ver tu cara. « ¿Quieres pasar un Buen Rato? »

« Their Wings »  -  HeavenFellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora