« Their Wings » - HeavenFell

Capítulo 23 - Dulces Manchas

Parece que el sonido vino de aquí...

¡Oh! Caíste, ¿No es así...

¿Estás bien?

Aquí, levántate...

Frisk, ¿Huh? Es un bonito nombre.

Mi nombre es-

Tus ojos se abrieron cuando finalmente volviste a tus sentidos. Estabas demasiade cansade para comprender porque todo estaba temblando. Tuviste que ver arriba para entender; Papyrus te cargaba estilo esposa y corriendo. Él y su hermano gritaban cosas que no podías procesar aun. Al parecer, llegaste tarde a la fiesta.

« -ser, parece que tiene una conmoción cerebral! » gritaba con un tono agudo.
« ¿Qué hay de su seguridad? Si se lastimaba la espina dorsal, moverle sería fatal, ¿sabes? » el otro gritó más alto.
« ¡Claro que se eso! ¿Pero tienes alguna mejor idea, Sans? ¡Estamos solos en este mundo, nadie nos ayudará, solo vendrán a asesinar al humano! »

Al juzgar por la expresión de pánico y frustración en el rostro de Papyrus, podías ver que estaba muerto de preocupación mientras corría con tu cuerpo. Durante eso, intentabas expulsar el cansancio de tu cuerpo. Lentamente, los sentidos en tu mente gritaban que todo tu cuerpo estaba adolorido, tanto que temías haberte roto uno o dos huesos.

« P-Pap...yrus... » suspiraste así te pondría atención a ti en lugar de correr. Sorprendido y aliviado, Papyrus inmediatamente se detuvo.

« ¡Humane! » te llamó. « ¿Estás bien? »

« Bájame, por favor. » susurraste. Obedeció y te puso de pie en el suelo. « Gracias. »

Estabas sentade allí en un túnel frente a dos monstruos esqueléticos increíblemente preocupados y un perro, todos mirándose con nerviosismo. Notabas luces parecidas a luciérnagas alrededor, y notaste varias flores Eco ala distancia. En este momento, Sans se agachó frente a ti. Puso tu mano en tu cabeza antes de deslizarla hacia tu mejilla.

« Oh, linde, nos diste un gran susto. » sonrió suavemente. Murmuraste un lo siento, pero negó con la cabeza, sus cuencas se cerraron. « Bueno, no quiero que te disculpes por eso. » su suave tono cambio a uno más profundo y oscuro que conocías oh muy bien cuando abrió sus ojos de nuevo así podías ver el abismo en el que se habían convertido. « A no ser de que hables de esto. »

No tuviste tiempo para hacer nada mas que abrir la boca para hablar cuando levantó tu sueter asi tus manchas oscuras se mostraron ante los ojos de todos. Gritaste inmediatamente y empujaste su mano en un intento de cubrirte sin importarte la cara de sorpresa de Papyrus o la mirada de ira pura de Sans. Su magia estaba comenzando a sofocarte.

Tu cuerpo estaba cubierto de un negro profundo hasta la altura de tu abdomen. Cada vez que tus rodillas se tocaban entre ellas, hacías una mueca cada vez que el dolor se sentía en tus piernas. Papyrus se agachó al lado de su hermano para estudiar la anomalía.