Miro por enésima vez el reloj y me doy cuenta que ya pasó más de dos horas que me encuentro en este lugar. Escondido entre los árboles del gran patio trasero, observo a todos lados para encontrar a ese maldito que me mandó el mensaje.
"Tenemos grandes noticias, y una advertencia para ti. Te esperamos en este lugar..."
Ese mensaje no se dejó de reproducir en mi cabeza, y es hasta ahora que me dan escalofríos de tan solo pensarlo.
"Si quieres terminar con los problemas de una vez, ven a donde te dijimos"
Estos tipos son capaces de hacer cualquier cosa, y no me sorprendería que hubiesen tendido una trampa y me maten sin dudarlo en el medio de este lugar. Pero ese es mi punto principal: ellos jamás harían tal cosa en este lugar de millonarios.
Ver a tantos autos de lujo pasar en la entrada –antes de llegar aquí-, y a tantas personas con trajes y vestidos carísimos me repugna. Ellos viven su vida como les gusta, hacen lo que quieren y jamás se rompen la espalda para hacer algo. Yo, después de todo, estoy en la banca rota y dependo de una deuda muy grande que cargo sobre mis hombros. Entonces, me mentalizo que de una vez por todas, esos hijos de perra me dirán qué es lo que quieren, se los daré, y me largaré.
Ya nada me importa ni tiene sentido para mí. ¿Seguir luchando contra ellos? ¿Escondiéndome? Me siguen como la mismísima sombra, cada uno de mis pasos los doy con ellos siguiéndome detrás. Ya estoy harto, quiero librarme, y haré lo que sea.
No le comenté nada de esto a Paul, porque seguramente me dirá de nuevo todo su discurso para evitar problemas, pero siempre le respondo lo mismo: "¿Evitarlos? Por favor, si yo soy el problema más grande que existe, ¿cómo quieres que evite ser quien soy?" No puedo hacer nada, solo, de una maldita vez, hacer lo que quieren.
-Vaya... mira a quién tenemos aquí...
Me doy vuelta para ver de quién se trata y me sorprende encontrarlo aquí.
-Niall Horan, señoras y señores. No has dudado ni un poco en venir, pero me sorprende que lo hagas solo.
Su sonrisa no se le va del rostro, pero con la oscuridad de la noche y con su capucha puesta no puedo distinguir mucho su felicidad, y eso me reconforta un poco.
Nos encontramos detrás de un teatro enorme, muy alejados de la entrada, donde nadie se atreve a pisar este suelo. Observo todo sin la más mínima pista de emoción y eso parece que a él le divierte aún más.
-¿La gata te comió la lengua?
-Solo dime de una jodida vez lo que quieren, y así me iré más rápido...
-Wow, wow, para tu carro... no es nada sencillo.
-Habla.
Lo fulminé con la mirada, demostrándole que no estaba para ningún tipo de juegos. Fue entonces cuando él sonrió y miró sus manos.
-De acuerdo... Am... ¿Por dónde empiezo?
Mis manos se transformaron en puños y tuve que controlarme para no sacar lo que tenía en mi bolsillo trasero y matarlo. Me mentalicé en que no me vendría bien cometer un delito como ese, mejor dicho, a nadie le conviene, pero a mi mucho menos.
-Quieren lo que les has venido prometiendo hace ya mucho tiempo.
-Yo no les debo nada.
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Destination: Secrets (N.H.) (Pausada)
Fiksi PenggemarAviso. Segunda temporada de "Destination (Niall Horan)"