SeHun no detuvo sus movimientos y sus oscuras orbes se clavaron profundamente en los preciosos ojos color miel que le hechizaban por las noches.
—¿Está seguro de lo que me está pidiendo, su majestad? —preguntó el alto, siguiendo el juego que él mismo había impuesto.
Y es que el castaño había sido claro en sus palabras, aunque dudaba un poco del significado de estas.
LuHan detuvo sus pasos y se quitó la máscara, mientras sus sentidos eran envueltos por los preciosos ropajes de los danzantes junto a la incomparable melodía que resonaba por la plaza.
Su rostro se elevó un poco para observar los ojos de SeHun que se clavaban directamente en él; sus cuerpos estaban casi rozándose el uno con el otro sobre las telas de sus vestimentas y, sin apartar la mirada, el más alto también se deshizo de su careta.
—Mi alma ya le pertenece... —contestó. —Pero este simple hombre desea que su cuerpo también le pertenezca, mi Rey.
El aliento de SeHun se atoró en su garganta y bajó su cara hasta lograr que sus narices se rozaran, sus ojos se quedaron atrapados en los del otro como si la magia de la Reina del Adriático los poseyera, aturdiendo sus sentidos mientras unía los latidos de sus corazones en uno sólo.
—Entonces, Príncipe, si yo cumplo su deseo, debe saber que su cuerpo será únicamente mío. —murmuró SeHun, subiendo su mano, haciendo pequeños círculos sobre la mejilla del castaño.
—Así será, mi Rey... —susurró LuHan, cerrando sus ojos al mismo tiempo que se dejaba llevar por la tierna caricia.
~♥~
Los labios de SeHun se adueñaron de la boca de LuHan con paciencia, disfrutando ese maravilloso momento porque seguramente, sería el único que tendrían para los dos; tan íntimo, tan deseado.
Las grandes manos del alto estaban sobre las mejillas del castaño, acariciándolas suavemente, mientras la espalda del otro estaba pegada a la pared.
LuHan subió sus palmas por el pecho de SeHun hasta llegar al botón que sujetaba el cuello de la camisa y se deshizo de él, continuando con los demás botones hasta dejar el pecho del hombre totalmente descubierto en medio del beso.
SeHun separó sus labios y bajó con su boca, besando el mentón del hombre y luego, dejando un sin fin de caricias sobre su garganta, logrando que la cabeza de LuHan chocara suavemente contra la pared, mientras éste jugaba con su cabello y suspiraba.
—¿Estás seguro que quieres esto, LuHan? —murmuró el pelinegro sobre el cuello del más bajo, pasando su nariz por la yugular.
El cuerpo de LuHan tembló cuando SeHun besó el punto bajo su oreja, estremeciéndose como nunca hubiera imaginado.
—SeHun... —suspiró, girando un poco su cabeza para sentir aún más el contacto de los belfos del alto con su piel.
El pelinegro se separó y juntó su frente con la de LuHan, logrando que éste abriera sus ojos.
—Tienes un cuerpo virgen, mi dulce hombre. —susurró, conectando sus ojos y rozando sus labios al hablar. —Pero no lo merezco.
El corazón agitado de LuHan se armó de valor y actuó por sí solo, cerrándole la boca a SeHun con otro beso.
—Voy a utilizar tus palabras en tu contra... —susurró el castaño sobre los labios del alto. —Olvidémonos del mundo, Hun. —murmuró, subiendo la mirada hasta los ojos del otro. —Solo somos tú y yo. Sin rencores, sin pasado. —rogó. —Amándonos como siempre tuvo que ser.
ESTÁS LEYENDO
Dietro La Maschera
FanfictionLas apariencias engañan y cada caminante utiliza una máscara para tapar el dolor, la angustia y el verdadero yo. Un para siempre que no pudo cumplirse; dos corazones rotos creyendo que tenían que vivir un destino desastroso. SeHun nunca quiso dejarl...