El príncipe Cean, anhela vivir su juventud más allá de la realeza de Áfirum. Sus días, colmados de protocolos, vienen cubiertos por la monotonía, y, recientemente, por el deseo de ser alguien más... o quizá, él solo quiere ser alguien libre, que vue...
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Supongo que mi llanto, logra ser lo suficientemente amargo ahora mismo.
Ya doy por un hecho que se me ha privado de lo que, para cualquiera, serían simples dibujos. En cambio, desde mí, y en soledad, confirmo lo mucho que cada trazo significó sobre hojas de papel.
Se que sueno dramático, pero no puedo evitarlo. ¿Qué será de mí? Ya no tengo lo que considero, daba alas a mi imaginación. Es el fin de mis paisajes mal dibujados, también lo es para el montón de figuras abstractas que nadie tomaría en serio.
«No queda más por decir. Todo se lo han llevado».
—¿Estás seguro? —Una voz femenina se escucha dentro de mi habitación—. Aun con diecisiete años, existen muchos rostros que podrías dibujar.
Me sorprendo.
—Disculpa, no quiero ser grosero —murmuro—. Pero... ¿A ti quién te ha dado permiso de entrar?
—Cean Dawers, a partir de hoy, podrás ser quien quieras ser.
Elevo una ceja, a modo de confusión.
—Disculpe, señorita —le llamo con respeto—. Es usted muy amable, pero no entiendo una sola palabra de lo que dice.
—Ya lo entenderás, Príncipe Morpho.
«Creo que lo que tiene esta chica de bella, lo tiene de trastornada».
—Por favor, márchese —solicito.
—El único que se marchará de este palacio dorado, eres tú.
—¿Disculpe? —suelto con indignación.
—Cean, tú tienes el poder. Lo único que debes hacer, es despertarlo.
—¿El poder?
La muchacha sonríe de lado.
—El cambio de forma a voluntad. Eso es algo que tú puedes hacer, Príncipe Morpho.
Retrocedo, otra vez. En verdad me asusta semejante disparate.
—¿Quién eres? —le pregunto, con la voz hecha un temblor.
—Linetta Enne. —La chica se presenta—. También soy la encargada de darte alas, Cean.
De pronto mi mente hace clic. Será posible que esta chica sea...
—¡Eres la mariposa! —razono—. Aquella, la del bosque Crisálida. ¿No es así? —consulto, mientras hablo deprisa—. ¿Qué truco has usado para convertirte en humana?
