•Capitulo 2•

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El horrible dolor de espalda que empecé a sentir hizo que me despertara, al momento me di cuenta de que había estado acostada en forma fetal.
Me desperezo y buscó mi reloj digital que estaba en mi mesa de luz para fijarme la hora.
<5:32, mis padres deben de despertarse dentro de un rato.> me dije para mis adentros.
Esperen, dije padres...
Mis ojos se nublaron y me largue a llorar.

—¡Noo!-. Grite tan fuerte que no me di cuenta de que unos brazos me rodearon, claramente era mi hermano.

—Shh, ya esta. Tranquila. Yo estoy con vos-.

—Mau-. Dije llorando.—Ellos ya no están, no van a volver. ¿¡Que mierda hice yo para que me pase esto!?-.

—No hiciste nada Mi Mechita, nada-. Siempre cuando eramos chicos usaba ese diminutivo de mi sobrenombre (Mecha), para tranquilizarme cuando algo malo me pasaba.

Cuando deje de llorar y mi respiración volvió a ser normal me aparte de su abrazo y lo mire.

—Gracias Mau-.

—Tranquila, no hay nada que agradecer. Sos mi hermana y voy a estar en todas con vos, lo sabes muy bien-. Se quedo en silencio mirándome.—Te juro que vamos a salir de esta. Por mamá y por tu papá. Ahora trata de dormir que dentro de unas horas te vas a tener que levantar-. Se acercó y me dio un beso en la cabeza.

No aguante mas y volví a abrazarlo.

No se cuanto paso pero me quede dormida.

<Gracias mamá por dejarme a Mauricio.>

—Mecha-. Alguien me hablaba y me movía el hombro con un poco de fuerza.—Mecha, despertate-.

—¿Humh?-. De a poco empiezo a abrir mis ojos y me encuentro con un par de ojos azules iguales a los de mi madre.—¿Que pasa Mauricio?-. Le dije con la voz media apaga.

—Mi papa ya esta acá. Y si todavía seguís dormida, te recuerdo que tenemos una cita con el juzgado.
A primera hora-. Y remarco la ultima frase.

Me levante de golpe y corrí al baño. Me lave la cara y me cepille los dientes, ni me moleste en peinarme porque enseguida volví a mi cuarto a buscar ropa, mi hermano ya no estaba.
Una vez bañada y "bien vestida" (me puse: un jeans oscuro, una remera negra con un mandala, y mis zapatillas). Me fije en la hora de mi reloj <6:42 mierda.>, baje tan rápido las escaleras que por un momento pensé que me iba a caer y romper el cuello. Pero no paso.
Al llegar a la cocina me encontré con un hombre grande, no en todos los aspectos, era alto pero no mucho y de una espalda ancha, rubio de ojos azules aunque se notaba que estaba entrado en años.

Cuando yo era chica no vi muchas veces al padre de Mau, lo abre visto 2 o 3 veces. Porque cuando venia, ya sea para buscar a Mau o para llevárselo, mamá me decía que me tenia que ir a mi cuarto. Nunca le pregunte por que, pero yo le hacia caso.

—Hola-. Dije medio despacio pero el hombre me escucho igual.

—Ah, hola Mercedez-.

—Hasta que te dignas en bajar-. Me contestó Mauricio con una sonrisa en los labios.—Te presento, el es Eduardo, mi papá. Papá como ya sabes, ella es Mercedez-. Se levantó de la silla con una sonrisa, fue hasta donde estaba yo y una vez al lado mio me paso uno de sus brazos al rededor de mis hombros.—Mi hermana-.

Eduardo me miraba como si estuviera contemplando algo de mucho valor, y la verdad que me incomodaba.

—Debo decir que sos muy bonita Mercedez. Hasta diría que el mismo calco que tu madre-. Lo ultimo lo dijo despacio y sin apartarme la mirada. Admito que me estaba agarrando miedo.—Perdón si mi comentario no te gusto-. ¿O lee mentes o abre echó una cara de miedo muy expresiva?.—Es sólo que la ultima vez que te ví tenias 6 años-.

Chocados   [En PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora