•Capitulo 1•

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Ese maldito día al despertarme y llamar la atención de muchas enfermeras, con mis gritos, ellas estuvieron obligadas a sedarme porque no me podían controlar. Al despertarme nuevamente, con el dolor en el brazo y en mi cabeza, me encontré a un doctor y a un oficial en la punta de mi camilla en donde me encontraba arrecostada ,al principio me pareció raro pero después de ver sus caras, sabia que no venían para nada bueno. Ese mismo día los dos me dieron la peor noticia que eh recibido en mi corta vida...
<Tus padres murieron en el accidente, no soportaron el impacto.> eso me rompió el corazón y me largue a llorar enfrente de ellos negando con la cabeza para que en algún momento me dijeran que era mentira, pero nunca me lo dijeron. Esas palabras cada vez que se me repetían hacia que mi cabeza sienta un gran dolor y mi corazón otro tanto.

Después del entierro de mis padres en donde solo contaba de el apoyo de mi único hermano-quien cuando se entero tomó el primer vuelo que había para estar cerca de mi y de nuestra madre-. Además estaban dos hermanas de mi madre, con las que prácticamente nunca tuve contacto, por el simple echo de que por algún motivo que desconozco estaban peleadas con ella -igualmente las hipócritas fingieron dolor tratando de parecer que lloraban-.
De la familia de mi padre no había nadie, quizás sea porque mi único tío de parte de él vivía a miles de kilómetros y sus padres-mis abuelos- uno había fallecido y la otra estaba en un geriátrico.
Mi hermano estaba tan destruido como lo estaba yo, solo que se hacia el fuerte para contenerme a mi <de verdad lo admiro>pensaba para mis adentros, porque al fin y al cabo también era su madre la que estaba en ese cajón.

Luego de una larga despedida en la que sentía como mi corazón se destruía, vi a lo lejos al oficial de policía acercarse a donde yo estaba abrazada a mi hermano.
Una vez al frente de nosotros estira su mano a mi hermano en señal de saludo.

—Mis condolencias-. Lo dijo tan duro que me dieron muchas ganas de mandarlo de a donde salió.—Me presentó, soy el oficial Vazques. Ruben Vazques-. Y seguía con su tono duro

—Mauricio O'connell-. Y mi hermano no se quedo atrás con su tono de voz, y de mala manera le tendió la mano.

Nosotros sabíamos que el accidente fue por causa de que a una camioneta ford sapo se le reventó una rueda lo que ocasionó que el conductor perdiera el control de esta y chocara con nuestro auto. Pero para nuestra desgracia el hombre murió en el impacto al igual que mis padres.
Lo que todavía no entiendo es que quiere este oficial si ya nos habían explicado todo.

Y de repente el ogro odioso del oficial siguió hablando.

—Como sabrá-. Y me señalo a mi.—Su hermana a quedado huérfana-. Dios juro a ver escuchado como mi corazón termina de destruirse, mis ojos se abrieron tanto que parecían que se me iban a salir al igual que las lágrimas que se asomaban.
Entonces mi hermano contesto.

—¡¿Como?!. ¿QUIERE DECIR QUE LA LLEVARAN A UN HOGAR DE MENORES?-. Lo dijo tan fuerte que las pocas personas que quedaban se giraron para ver.

—Sr tranquilicese. Solo quiero decir que hasta que su hermana no tenga la mayoría de edad deberá estar al cuidado de alguien, y si es que no tiene a nadie...-.me miro a mi y luego a mi hermano. Se toco la barbilla como si estuviera dudando si decir o no.—Ahí si que sera llevada a un hogar de menores-.

Mi hermano me abrazo mas fuerte, olvidándose de mi brazo, en un intento de consuelo y enseguida le contesto al oficial.

—Yo soy mayor de edad, podría cuidar de ella tranquilamente. Es mi hermana. No dudaría jamas en que ella viniese a vivir conmigo-. Al decir eso no dude en mirarlo con mis ojos llenos de lágrimas e intentar decirle gracias, pero mis palabras no salieron. Cada día me sorprendía de mi hermano.

—¿Cuantos años dice tener usted?. Y también ¿En donde es que vive?-.

Mi hermano me miro y luego miro al policía.

—Tengo 23 años. Vivo con mi padre. Tengo mi propio departamento, pero todavía no me voy a mudar. ¿Alguna otra pregunta que quiera realizarme?

—La verdad que no. Pero usted ¿Se da cuenta de que solo tiene 23 años de edad y quiere ser el tutor de una adolescente de 17?-. Se toco un poco el pelo y volvió a  hablarle a Mauricio.—Me podría decir que parentesco tiene su hermana y su padre. Porque no logro entender-.

Mauricio respiro hondo como si estuviese a punto de estallar. Definitivamente no soportaba a ese hombre. Me miro de nuevo a mi y yo asenti, como tratando de decir que siguiera hablando.

—Si soy consciente de querer hacerme cargo de mi hermana.
Mi padre y Mercedez no son nada. Nuestras madres son las misma, por esos somos hermanos.-Lo dijo como si eso fuera lo mas obvio del mundo y con una sonrisa me miro a mi.

Esta vez yo quería expresarme, porque estaban hablando de mi como si yo no estuviera.

—Oficial, yo no tengo a nadie mas que a mi hermano. Con mis tías no me llevó ni ellas conmigo. Es verdad que tengo 17 años, pero no quiero ir a un hogar-. Sabía que lo que venía iba a sonar a ruego, pero no tenia otra.—Por favor déjeme quedarme con mi hermano, es lo único que me queda de mi madre-. Ahí si que solté un par de lágrimas, pero Mauricio no dudo en quitarmelas.

—Shh tranquila-. Dijo Mauricio para tranquilizarme, levante mi mirada y el tenia los ojos brillosos. <¿Cuanto más va a aguantar por?.>

—Emm-. ¿El oficial estaba dudando que decir?.—Sr. Mauricio, deberíamos hablar con el juzgado y con su padre.

—Con el juzgado entiendo... Pero ¿Con mi padre?-. Su cara de no entender era igual que la mía, o eso creería. El padre de Mau ¿para que?.

—Su padre para que sea el tutor de Mercedez-. Y antes de que nosotros pudiéramos decir algo, siguió hablando.— Por el simple echó de que todavía no lo veo responsable de otra vida que no sea la suya y porque también sigue siendo un estudiante.
Mañana a primera hora van a tener que ir al juzgado para ser todo los papeles-.

Y antes de dar media vuelta para irse y dejarnos todavía mas mareados y confundidos de lo que estábamos, nos dijo.

—Y me olvidaba. No se olvide Sr. Mauricio de avisarle a su padre para que mañana se presente en el juzgado con toda la documentación necesaria-. Se quito el gorro de policía en modo de despedida.—Hasta mañana Sr. Mauricio y srta. Mercedez-. Y sin mas nada que nosotros pudiéramos decir, se fue.

Mi vista volvió a mi hermano que estaba igual de anonadado que yo con todo lo que acababa de pasar con ese oficial y todo lo que paso en este día

<¿Cuanto más voy a tener que soportar? O ¿Cuanto más voy a soportar?. Ma, Pa: los extraño como no tienen idea.
¿Por que se tuvieron que ir, dejandome así?>

Chocados   [En PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora