Capítulo III. Presente, Pasado y...

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Jaspar Nott había sido un hombre realmente cruel, obsesionado por la sangre pura y la perfección. Es por ello que Theodore siempre pretendió ser el mejor en los estudios, destacando de entre los hijos de familias de sangre pura. Muchas veces no lograba alcanzar las exigencias de su padre por lo que este le castigaba severamente, incluso su madre fue víctima de la furia de un Nott, por el que conoció posteriormente la muerte ante los ojos de Theodore. Sin embargo, él nunca manifestó rencor hacia él. Había sido educado para obedecer, sin más.

Cuando su padre fue arrestado, Theodore no sintió pena por él como persona. Solo quería ocupar su lugar a toda costa y hacer valer el apellido Nott por sobre el Malfoy, por lo que mucho tiempo persiguió el puesto de mortífago, ese que al parecer ya Draco tenía en sexto curso. Recordaba su persecución por saber si ya Draco había sido iniciado.

En su mente veía una figura nerviosa que se movía por el pasillo, era Draco. En ese entonces Theo decidió seguirlo, y llegaron al pasillo de la sala de menesteres. Algo tramaba ahí.

-Para donde vas, Theodorin -una voz baja pero sensual resuena en el oído de Theodore, que trata de seguir a Draco por los pasillos- Un chico como tú no debería andar solo por ahí a estas horas.

Jasmine, que estudia un año más que él y es Prefecta de Slytherin lo ha cachado en su ronda nocturna. Pero él odia que lo sorprendan de esa manera, y se lo hace saber.

-Eso es asunto mío Jasmine -responde apartándose de ella, pero ella le sujeta el brazo.

-Pues creo que ahora es asunto mío -se acerca a él en medio del oscuro pasillo del 3er piso y se aparta el cabello negro para besarlo- creo que debo detenerte, ya sabes que no pueden haber estudiantes fuera de las salas comunes a esta hora.

Theodore nunca se ha negado a semejantes ofrecimientos, simplemente le resulta fácil ahogar sus problemas entre las piernas de alguna desafortunada chica a la que el día después simplemente dejará. Era la primera vez que veía a Jasmine luego de su fiesta, la verdad es que ella tenía algo que le hacía desear estar entre sus bragas por sobre las de otra chica, pero solo era una adicción de esas que tienes cuando quieres escapar.

-No pierdes el toque, querido.

-No me llames querido.

La lujuria ganó en el armario de las escobas, ampliado con un hechizo. Cualquiera que pasara por ahí en ese momento pensaría que había una especie de pelea de gatos ahí dentro, las escobas se caían y un golpeteo fuerte sonaba entre las paredes de madera.

-¿Quieres beber algo este fin de semana? -dice Jasmine mientras busca su brasier entre las escobas- hay pociones prohibidas en las mazmorras y las sacaremos el sábado.

-No lo sé, quizás -responde Theodore mientras se abrocha el pantalón y se vuelve a poner la túnica.

Los hombres como él dejan marcas en la piel, y en el alma. Theodore devora, carcome, destruye sin piedad todo a su paso. Entre su eterno silencio esconde misterio, cuando quiere deja salir su furia lo hace y si lo hace mientras está con una chica esa misma chica jamás será capaz de olvidarlo. Como una mordida animal, el ataca y deja su marca. Aquí estuvo Theodore Nott. Y luego se va.

Pero Jasmine es feroz e insaciable, no se va a conformar con una o dos, o tres veces. Claro que no. Eso hay que dejarlo para las chicas frígidas. Lo estará cazando.

Así de insaciable parecía Sorelle en su mente justo en el instante antes de que se bajara de sus piernas en el bar.

-Lo siento -dice la pelirroja mientras coloca el vaso vacío en la mesa- cuéntame de ti ¿aún eres tan despreocupado con las mujeres?

Caminos Oscuros [HP/Mortifagos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora