He invitado a Cooper a entrar. Ha estado en silencio desde que se ha sentado en el sofá. Ni siquiera me ha preguntado de nuevo por el incidente con Blaine.
Saco de la bolsa la hamburguesa que ni siquiera he pagado y la parto en dos. Coloco cada trozo en un plato y reparto equitativamente las patatas fritas. Cojo de la nevera dos refrescos y preparo dos bandejas. Aviso a Cooper para que coja una de las dos.
Aparece por la puerta de la cocina y le miro con detenimiento. Hoy lleva un look casual: unos vaqueros negros suelto y una camiseta con la famosa foto de los Beatles caminando por el paso de peatones.
Sonrío al verle, pero no me corresponde con otra. Está inusualmente callado.
- ¿Te pasa algo? - Le pregunto con tranquilidad mientras le paso su bandeja intentando no derramar su refresco.
- Contigo no. Sólo me ha sorprendido verte hablar y después pegar a ese tío. He venido porque he recibido una llamada tuya y ya después no has vuelto a responder - Nos dirigimos hacia el salón a sentarnos en el sofá. La televisión sigue emitiendo Bob Esponja - Por cierto, muy maduro tu gusto televisivo - añade con una sonrisa de media luna.
Me río levemente y me siento a su lado. Miro mi móvil: en silencio. Por eso no había recibido ninguna de sus llamadas. El tamaño del sofá hace que nuestras piernas choquen entre ellas. Al sentirlo tan cerca me pongo de los nervios.
Le cuento aceleradamente todo lo ocurrido en apenas veinte minutos: Blaine era el repartidor, se ha disculpado conmigo y me ha confesado su amor por Nicole, sin embargo omito esta última parte, por lo que Cooper habrá pensado que le estaba atacando por lo ocurrido ayer por la noche. De todas formas, en gran parte ha sido por eso. Le contaría toda la verdad a Cooper sin ningún problema, pero no quiero contárselo a nadie antes que a Nic. Recuerdo que ese animal la ha llamado así y siento un escalofrío recorrer mi cuerpo.
- Siento no habérte cogido el teléfono, lo tenía en silencio - me excuso.
Cooper asiente poco convencido y sigue masticando su hamburguesa tranquilamente mientras mira la televisión. Está raro. ¿Será por lo de ayer? Mientras el queso se funde en mi boca y se mezcla con el resto de la comida caigo en la cuenta de todas las lagunas que tengo de la noche anterior. Me atraganto al pensar en cómo ayer pude meter la pata de mil formas diferentes.
- ¿Estás bien? - me pregunta mientras coloca su mano en la parte superior de mi espalda por si tiene que darme unos toques para que la comida baje.
Engullo el resto de la hamburguesa y asiento. No quita su mano, sino que la baja hacia la cintura. Me pongo nerviosa y lo nota.
- ¿Te estoy molestando? - me dice mientras retira levemente su mano y niego con velocidad. No quiero dejar de sentir la calidez de su piel en la mía. Tras unos segundos vuelve a colocarla.
No quiero preguntar por lo de anoche, pero antes de que esa información llegue a mi cerebro de mi boca se escapan las palabras.
- ¿Pasó algo anoche?
Cooper se gira levemente hacia mí.
- Ya sabes... entre nosotros - añado al borde del ataque de corazón.
Abre los ojos como platos. Supongo que no se esperaba que se lo preguntase.
- ¿De qué te acuerdas?
Me quedo helada. Oh oh. ¿Nos besaríamos? ¿Diría algo que no debía?
- Sé que después de lo de... - se me vuelve a secar la garganta. Me la aclaro y continuo- Blaine, fuimos a un bosque precioso, a una colina más bien. Y todo se vuelve borroso para mí. Estuvimos un buen tiempo y sé que lloré y me reí y que estuvimos... creo que muy cómodos, pero no se cuánto de cómodos.
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¿Por Qué Tuviste Que Pisarme?
RomanceDespués de semanas rodeada de pañuelos, chocolate y Glee, Rachel Rowling está decidida a salir adelante. ¡Se acabó estar deprimida por culpa de su guapísimo ex novio! Un nuevo curso comienza y ahora se siente más fuerte que nunca. Tan alocada, apas...