Capítulo 8: Ya se en quien se inspiró mi tía J.K al inventar los dementores.

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Narra Rachel

Me duele tanto la cabeza que siento que dentro de mi diminuta cabeza unos malditos gnomos me están clavando unos malditos clavos en el cerebro.

He intentando levantarme de mi cama, pero mi cuerpo se siente pesado y flácido, y lo único que he conseguido ha sido agotar el mínimo de batería de mi móvil al hablar con Nicole y Beth.

Abro con dificultad los párpados y la luz me ciega la vista.

  - Joder...- consigo articular en forma de queja-no bebo nunca más...

Siento reconfortante el hecho de autoconvencerme para no hacer algo así nunca más, no me puede afectar tanto las situaciones malas que me ocurran.

Siento una punzada de dolor en el estómago y me abofeteo mentalmente. La resaca es incluso peor de como lo exponen en las películas.

Miro bajo las sábanas y me encuentro vestida como la noche anterior. La ropa está más arrugada que una pasa y no quiero imaginarme como lucirá mi rostro tras una noche de llantos y maquillaje. 

"El problema de las jovencitas, no sabéis lo importante que es quitarse el maquillaje, te van a salir puntos negros" La voz de mi madre resuena en mi cabeza.

"Oh mierda, hoy no están en casa ¿Quién me preparará la comida?, ¿Por qué la vida es así conmigo?"

Me froto la sien e intento recordar lo sucedido ayer, pero todo es confuso y borroso.

Con desagrado, los únicos recuerdos que siguen trasparentes y no opacos son hasta el momento en el que Cooper me rescató de ese tal Blaine...

Un escalofrío me recorre el cuerpo con velocidad.

Me zarandeo y lo dejo pasar.

Sin embargo, mi mente rebobina al momento en el que me encontré con Pamela y Darren.

No siento lo mismo por Darren, aunque su recuerdo sigue doliendo.

Me froto el rostro e intento sonreír. No todo fue tan malo, también estuvo allí Cooper... el chico de la sonrisa bonita, el que me aguantó toda la noche.

Sé que me sacó de la fiesta, fuimos a un bosque y por último recuerdo nuestros rostros muy cerca, tanto como si fuésemos a bes...

¡¿Qué pasó ayer?! " ¿Qué hiciste ayer por la noche maldita RR?"

DEFINITIVAMENTE NO VUELVO A BEBER.

Lanzo un suspiro de frustración y suelto un gruñido parecido al de un oso.

Me tendré que enterar de lo que hice o no ayer, pero ahora tengo un problema mayor, me duelen los pies a reventar.

Me levanto con dificultad y los apoyo en el suelo.

Recordadme que tampoco me vuelva a poner tacones.

Pongo la radio y empieza a sonar Drag me Down de One Direction. Empiezo a cantar como una loca mientras que ordeno mi cuarto para que a mi madre no le de uno de sus  momentos psicópatas de orden y limpieza.

Pongo a cargar el móvil y voy al baño.

  - JODER- exclamo al ver mi reflejo en el espejo.

Ya se en quien se inspiro mi tía J.K al inventar los dementores.

Me quito la ropa del día anterior y me doy un baño relajante.

Al salir todo parece más tranquilo y decido tomarme una pastilla para acabar con el dolor de cabeza.

Bajo las escaleras de mi casa y voy a la cocina.
Son las tres de la tarde.
Me ruge la barriga y sufro en silencio al saber que como yo cocine la casa acaba quemada o peor aún, salgo yo ardiendo.

Lo mejor será que llame a la hamburguesería del barrio.
Una buena hamburguesa lo cura todo.
Bendita comida, nunca te abandona.

Cojo mi móvil y veo la bandeja de mensajes lleno.
Hay uno de Beth contándome que acaba de comer un chuletón riquísimo, otro de mi madre advirtiendo que no llegaran hasta mañana y... ¡Dos de Cooper!

"¿Qué tal la resaca morena? Tomate una pastilla y come bien. Experiencia"

Sonrío levemente al sentir su preocupación por mi. Siempre tan atento...

" Si necesitas algo llámame, por cierto tenemos que hablar de lo de ayer por la noche"

Me congelo al leer sus palabras. 

"¿Qué pasó ayer?"

Repito en mi cabeza una y otra vez que no hice nada con él, que me acordaría, pero el alcohol me afectó más de lo que pensaba... Me siento avergonzada y patética, no se si podré mirar a Cooper a los ojos. Le doy las gracias y le respondo que vale, que hablaremos, aunque en realidad no estoy muy segura.

Busco el número de la hamburguesería y llamo.

Me atiende una voz masculina que me suena. ¿Pero de qué?
  - Buenas tarde. "Hamburguesería Rock n'Roll"  ¿Qué desea?
Respondo con agilidad y enumero los ingredientes que quiero.
Doy las gracias algo confusa y cuelgo.

Esa voz, me suena de algo y no se de que ... No suelo ser yo la que llama, siempre lo hacen mis padres.

Vuelvo a la cocina y busco dinero para pagar.
Mientras que espero, me siento en el sofá para ver la televisión.

Dejo Bob Esponja, porque prometo que en la televisión sólo hay programas de política o economía...
Me estoy riendo como un cerdo, cuando finalmente llaman al timbre.

Ya puedo saborear la hamburguesa, las patatas...
Se me hace la boca agua.

Cojo el dinero y abro la puerta.

  - Buenas tardes- dice el dependiente con amabilidad.
Levanta su rostro de las bolsas y mi cuerpo se paraliza.
No puede ser...

Me encuentro delante de mis ojos a un joven que ya conozco.

No es demasiado alto, aunque no está nada mal de cuerpo, sin embargo no puedo mirarlo si no es con asco. Su pelo castaño oscuro está levemente rizado y acondicionado.

Sus ojos son una mezcla entre verde, marrón y amarillo, dando lugar a unas grandes pestañas que están coronadas por unas grandes, anchas y perfectamente peinadas cejas.
Su piel, más morena que la mía se ha tensado y sé que me ha reconocido.
Sus gruesos labios se han tensado y todo signo de amabilidad se ha borrado de su rostro.

- Blaine...



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