Capítulo 3

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Agarré el teléfono.

-¿Si?- Pregunté al ver que no tenía añadido el número.

-¿Sara?-Preguntó una voz.

-Sí, ¿Quién eres?

-Soy Thomas, me siento a tu lado en clase...

El corazón me dio un salto.

-Eh...sí,sí,dime...-Respondí casi sin palabras.

-¿Te apetece estudiar juntos esta tarde o tienes planes? -dijo él.

-No tengo nada mejor que hacer, ¿En tu casa o en la mia?

-En la tuya.

-Okay esto...te digo la ubicación...

-No hace falta.

Colgó el teléfono.
¿Cómo que no hacía falta?¿Sabe dónde  vivo?
Limpié la casa lo más rápido que pude. No me dio tiempo a cambiarne de ropa, lo que me preocupó bastante.
Solo llevava una  camisa floja de andar por casa y unos shorts muy cortos. Me iba a cambiar cuando sonó el timbre.
Abrí la puerta y hay estaba él. Tenía el pelo mojado y alborotado y vestía una camisa blanca, una chaqueta  de cuero y unos pantalones negros.
Dejó un casco de moto sobre la mesa de la cocina.

-No sabía que tenías moto. -Dije para romper el hielo.

-Ni yo que podías ir tan sexy, podrías venir así a clase.

Me sonrojé.

-Imbécil...

-¿Así tratas a tus invitados?

-Sube al cuarto.

Cuando llegué al cuarto él se había  sentado en mi cama.

-Hace calor, ¿Te molesta que me quite la camisa? -Me preguntó.

-Adelante.-Dije con total tranquilidad.

Se arrancó la camisa y la lanzó al suelo. Tenía tableta pero lo que más me llamóla atención eran sus caderas, estaba muy delgado tanto que se veían sus costillas, igual que a mi.

-¿Qué es eso? -Pregunté al ver cicatrices en sus muñecas.

Él se puso de pies y agarró mis brazos.

-¿Y esto?- Dijo él señalando la cicatriz que tenía desde los  13 años en mi muñeca.

-Eso no es de tu incumbencia.

-Lo mismo digo.

Aún agarrando mis muñecas, me tiró a la cama y se subió sobre mi.

-Bájate,  sueltame. -Dije yo.

-¿Por que debería hacerlo?

-Se karate...-Dije valiente pero bajo.

Él se rió y me soltó. Agarré su brazo y con una llave  le tire en mi cama siendo yo la que estaba encima ahora.
Me tropecé y todo mi peso cayó sobre él.
Me agarró con sus brazos y note un calor bastante peligroso en mis mejillas.
Nos quedamos así un rato, estábamos agusto.

-¿Puedo poner música? -Preguntó.

-Claro

Se levantó y cogió su teléfono.
Mientras buscaba empezó ha hablar.

-Que suerte que vivas sola, yo vivo con mi madre y no puedo poner la música siempre...

-Vivo sola desde los 16, mi madre esta en Alemania trabajando para pagar mi medicación.

-¿Medicación?

-Tengo cáncer, va mejorando pero...

-Ya lo siento...¿Por eso tus cicatrices?

-No, mis cicatrices no tienen nada que  ver.

Puso la canción de Jp y Lytos, "Mi último baile".
Se tropezó con una tabla suelta del suelo y la abrió.
La música estaba tan alta que no le oi.
Abrió la caja que escondía bajo las tablas del suelo y comenzó a ver fotos de mi con otro chico.
Cuando giré mi cabeza y le vi con la caja me abalancé hacía él  y agarré la caja metiéndola otra vez en  su sitio.
Baje la música.

-¿Quién  es él? -Preguntó.

-Eso no importa.-Dije con lágrimas en los  ojos.

Me abrazó y sentí su corazón.
Agarró mis muñecas y pasó su dedo despacio sobre la cicatriz.

-Sea quién sea, él ha hecho esto ¿verdad?

-Sí...

-Pues merece pudrirse en la mierda, no deberías llorar por imbéciles.

-Gracias.

-¿Cómo se llama?

-Mario.

-Era tu mejor amigo, te gustaba, la cagaste, te enamoró y te dejo tirada como a la mierda, ¿Verdad?

-¿Cómo sabes eso?

-Por que...-Me mostró sus cicatrices.-  Está es Ainara.

-La misma historia, distinta persona...

-Exacto.

Le abracé aún más fuerte.

7~ Destino : Route 65Donde viven las historias. Descúbrelo ahora