Yo no puedo amarte, porque apenas sé querer

¡No es música satánica!

Y es cuando me doy cuenta que todo esta cambiando, no se pero cuando se acerca Melany y cuando me habla me siento segura y confío en ella, sé que ella no va a dañarme porque se supone que somos amigas o ¿no?.
Pasó todo un mes, salimos de clases y estoy más aburrida que nunca, Melany sigue siendo mi amiga no me hace daño bueno hasta ahora, por otro lado Sebastián intenta acercarseme pero siento que no es buena idea pero si él era la persona que me podría cambiar no lo se, creo que le daré una oportunidad.
Fue un sábado esta en mi habitación con la música fuerte, al frente de mi casa estaba ese joven creo que siempre me esta vigilando bueno eso creo, alguien tocó el timbre fui corriendo a abrir, cuando abrí la puerta estaba mi vecino si ese joven que me acosa a cada rato ese mismo en carne y hueso.
**: Eres más hermosa de cerca.-dijo poniendo cara de bobo- Hay perdón, mi nombre es Hugo. -dijo sonriente.
-mmmm que bonito de tu parte Hugo, adiós.- Dije intentando cerrar la puerta.
-Hey lo siento por venir así y decir esas cosas.- dijo. - sólo quería conocerte.
-Hay que bonito mi nombre es Thalia. - dije sonriente.
-Pero en fin, también vine a decirte que tu música satánica se escucha hasta mi cuarto y sabes no tienes buenos gustos.- dijo riéndose.
-No es música satánica eso se llama rock, y déjame adivinar tu escuchas esas cancioncita de amor, cursi, sabes déjame ser feliz.- Dije cerrando definitivamente la puerta.
Este descarado viene a decirme que no tengo buenos gustos, ash ni siquiera lo cosco apenas se su nombre y él sabe el mío.
Cuando estaba saliendo de mi casa veo a mi acosador bailando en su cuarto, me dio tanta risa, baila tipo Miley Cyrus, no mentira si baila bonito tiene su encanto, cuando él noto que le vi tuvo tanta vergüenza que cerró la ventana.
Durante esta semana salía a pasear porque estaba en vacaciones y además estaba muy aburrida en mi casa, después de verle bailar a Hugo no lo volví a ver ni en su cuarto todo el día para cerrado con las cortinas medio abiertas, a que habrá tenido mucha vergüenza y ya ni quiere verme, pero disfruté mucho ese pequeño espectáculo sentía que era para mi, y es cuando me meto un montón de ideas locas, a quien le voy a interesar si esta bicho raro y feo ósea yo, ni si quiera me siento protegida a lado de mis padres, ¿Volveré a tener confianza? Yo creo que no.