El señor Min se encontraba en su estudio, en su casa. Caminaba de un extremo al otro, pensativo. Lo que acababa de oír por teléfono lo había hecho sentir furioso, preocupado y aliviado al mismo tiempo. Uno de sus perfectos planes había fallado, pero sabía que podía aprovechar su fracaso para lograr una victoria. Esta vez, sabía que lo conseguiría.
La puerta de la habitación se abrió de golpe, sorprendiendo al hombre, quien llevó al instante una mano a su pecho, asustado. Al ver que se trataba de su esposa, soltó un largo suspiro.
—Ah, cariño, has v--
—¡ERES UN MONSTRUO! —lo empujó— ¡NO PUEDO CREER QUE HAYAS SIDO CAPAZ DE HACER ALGO ASÍ! —repitió la acción— ¿¡QUE TIENES EN LA CABEZA!?
—Oye, cálmate.
—¡NO! ¡NO PIENSO HACERLO!
Un par de lágrimas se deslizaron por el rostro de la mujer. Ella mordió su labio inferior con rabia. Últimamente, desconocía a aquella persona con quien se había casado.
El señor Min frunció sus cejas.
—Sólo hice lo que tenía que hacer.
—Eres un maldito —negó con la cabeza— ¿En qué momento se volvió más importante tu empresa que tu propio hijo?
—Sabes que no es así.
—Ah, ¿No?
—Lo hago por él.
—Lo estás destruyendo todo ¿Acaso no te das cuenta?
Al ver que no hubo respuestas por parte de su marido, la señora se aproximó a la salida y se marchó. Tenía ganas de ahorcarlo allí mismo. No podía creer cómo había sido capaz de hacer semejante estupidez. Porque eso era. Era algo estúpido, peligroso e imprudente.
**************
Todo se había vuelto negro de un momento para el otro. Poco después —o mejor dicho, luego de un par de horas—, sus ojos se abrieron con lentitud y volvieron a cerrarse, debido a la enceguecedora luz de la habitación. Se sentía adormecido, aunque le dolía un poco el cuerpo. Cuando por fin logró mirar a su alrededor, se dio cuenta de que estaba en un hospital. Su corazón latió a toda velocidad debido al miedo, pero este se calmó al ver de reojo al joven a su lado, quien tenía recostada su cabeza junto a su brazo en la camilla y jugaba con sus dedos. Una vez que se dio cuenta de que este estaba bien, sintió alivio de encontrarse él mismo herido en la camilla, en lugar de que el otro lo estuviera.
El muchacho a su lado hipaba debido al llanto, y el corazón del otro se rompió. Quiso extender su mano para acariciar sus cabellos, pero su brazo estaba enyesado. Frunció sus cejas.
—¿Qué rayos? —preguntó con voz débil.
Jimin levantó su rostro. Al ver a Yoongi despierto, se arrojó con cuidado sobre él para abrazarlo y llenar su cara de besos. Tomó su rostro entre sus manos mientras acariciaba su mejilla con su pulgar.
—Yoongi, ¿Cómo te sientes?
—Y--yo... —aclaró su garganta— bien.
—¡Estaba tan asustado! Llevas casi tres horas inconsciente.
—No es nada, ni que fueran días.
—No me hagas más esto, ¿De acuerdo? Ya no te lastimes más.
Yoongi, con su mano sana, tomó una de las de Jimin y sonrió suavemente.
—Tenías razón.
![](https://img.wattpad.com/cover/88843512-288-k268489.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Te llevo? [Yoonmin] ©
FanfictionCada día, Park Jimin esperaba el autobús en el mismo lugar. Lo que no sabía era que alguien lo observaba desde lejos. Min Yoongi podía no creer en muchas cosas, mucho menos en el amor a primera vista, pero al haber visto a Jimin se dio cuenta de que...