Todo el mundo se sorprendió al haber visto a Yoongi entrar a la editorial Min, después de haber estado ausente por tanto tiempo. De todas formas, a él no le importó mucho. Estaba más preocupado por lo que iría a pasar una vez que atravesara aquella puerta frente a la que estaba parado. Se sentía asustado, por más que fuera ridículo, ya que tendría que haber temido de aquella forma antes, pero el simple hecho de tener que hacerle frente a su padre hacía que se le pusieran los pelos de punta.
Después de haber tomado una gran bocanada de aire, tocó tres veces la puerta de la oficina del señor Min. Escuchó la voz del hombre, quien indicó que pasara. Le tomó unos segundos poner la mano en el picaporte y abrir. Al hacerlo, entró y cerró la puerta. Avanzó un par de pasos y tragó saliva dificultosamente. El señor Min levantó la vista de los informes que estaba leyendo en su computadora y, al ver a su hijo frente a él, se paró de inmediato, sorprendido. Se acercó a él a pasos agigantados y se detuvo antes de que estuvieran demasiado cerca, ya que sería bastante raro para ambos, aunque más para el menor, quien ya se había preparado para dar un paso hacia atrás si su padre se atrevía a darle un abrazo. Aclaró su garganta.
—Hola —saludó primero Yoongi, mirando al suelo.
—Hola, ¿Cómo estás?
—Bien, ¿Cómo estás tú?
—Bien.
Aunque el hombre mentía. No se sentía bien. Se sentía mucho mejor ahora que tenía a su hijo frente a él.
—¿En dónde estabas?
—Lejos.
—¿Quieres sentarte?
Sin siquiera haber respondido, tomó asiento en la silla frente a su escritorio. El señor se sentó en donde estaba antes.
—¿Cuándo has vuelto?
—Hace unos días.
—¿Por qué has venido aquí, conmigo?
—Mamá sugirió que lo hiciera. Creo que tiene razón.
—De acuerdo ¿De qué quieres hablar?
—Lo de la alianza... ¿Cómo salió eso?
—Bueno, el señor y la señora Lee se enfadaron mucho. Dijeron que fue inmaduro de tu parte haber hecho una rabieta y haberte escapado antes de la fiesta de compromiso. Yang Mi también estaba muy molesta. En realidad, tuvieron razón al haberse sentido así.
Yoongi bufó y rodó sus ojos.
—En fin... no hubo alianza, pero la estamos negociando de a poco.
—¿Cómo? —frunció sus cejas.
—No es con el matrimonio. Yang Mi quiere volver a intentarlo, pero sus padres se niegan. Les diste una muy mala primera impresión.
El muchacho sonrió, victorioso. El hombre quiso regañarlo por eso, pero lo dejó pasar.
—Padre —se puso serio nuevamente—, no pienses que al venir aquí te estoy perdonando. Lo que hiciste no tiene perdón. Casi matas al hombre que amo y todo por una estúpida alianza —negó con la cabeza—. A pesar de que haya pasado mucho tiempo, aún sigo furioso. Y el simple hecho de recordar todo lo que sucedió, me hace querer golpearte hasta dejarte inconsciente. Créeme, lo habría hecho.
Algo dentro del señor Min se estremeció ante la dureza y naturalidad con la que su hijo había escupido cada palabra. Aún así, calló y lo escuchó, como debió hacer desde un principio.
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¿Te llevo? [Yoonmin] ©
FanfictionCada día, Park Jimin esperaba el autobús en el mismo lugar. Lo que no sabía era que alguien lo observaba desde lejos. Min Yoongi podía no creer en muchas cosas, mucho menos en el amor a primera vista, pero al haber visto a Jimin se dio cuenta de que...