¿Te llevo? [Yoonmin] ©

38 - "Engañando al señor Min"

Jimin corrió hacia la habitación de Yoongi, quien se encontraba acostado en su cama. Acababa de llegar a su casa luego de haber pasado una semana en el hospital, recibiendo los cuidados que necesitaba. Tal vez había sido muchísimo más tiempo del que debía de haber pasado allí, pero tanto su madre como sus amigos —más que nada Seokjin, quien tendía a ser tan sobreprotector—, insistían con que debía cuidarse mucho para que sus huesos y heridas se repusieran más rápido.

Una vez que Jimin llegó a su lado, se sentó en la cama junto al mayor y acarició sus cabellos.

—Esto es mucho más cómodo que el hospital, ¿No?

—Dímelo tú. No fui yo quien durmió cada noche sentado en una silla —frunció sus cejas—. Tendrías que haber descansado un poco.

—¿Vas a seguir con eso? No me iba a ir ni loco —se cruzó de brazos— ¿Cómo te sientes?

—No podría estar mejor —se estiró—. Es decir ¡Mírame! Tengo que estar acostado, sin moverme... ¿No es el paraíso? Tendría que haberme lastimado mucho antes par-- ¡AY!

Yoongi frotó con su mano el lugar de su cabeza en donde Jimin le había dado un ligero golpe.

—No seas estúpido.

—Está bien, pero no me pegues.

El menor rió suavemente y se acostó a su lado. Lo miró detenidamente. Estaba pensando en mil cosas a la vez, pero había una que no dejaba de aparecer en su mente.

—Hyung...

—¿Mmh?

—¿Crees que todo esto terminará en algún momento?

—¿De qué hablas?

—Tu padre...

—Oh... —suspiró— realmente quisiera decir que sí, créeme, pero ya no estoy seguro. Jamás pensé que llegaría al punto de herir a alguno de los dos con tal de separarnos.

—Yo pensaba que eran amenazas vacías —ladeó su cabeza.

—Ojalá lo hubieran sido.

—¿Cómo sabías que era posible que hiciera estas cosas? ¿Ya había hecho algo así otras veces?

—Sí, lo hace desde que tengo memoria. Por suerte, soy una persona que supo tomar lo bueno y dejar lo malo. De llegar a heredar esta empresa, cosa que ahora no veo muy posible; o de tener una propia en un futuro, sé que nunca haría las cosas de ese modo para llegar a obtener lo que quiero.

—Está bien, eso es ser una persona honesta.

—Es jugar limpio. No siempre sale todo como esperas, y no puedes forzar las cosas para que resulten de esa forma.

Ambos se quedaron en silencio. Yoongi se sentía mal por dentro. Muchas otras veces, al haber tenido problemas, había tenido opciones, planes para poder solucionar todo. Pero ahora carecía de ideas como esas, y le frustraba el hecho de que, por esa razón, ambos tuvieran que sufrir las consecuencias.

Luego de haberlo meditado por un rato, recordó un episodio del día del accidente: Jungkook, en el hospital, le había dicho algo acerca de un plan, el cual no parecía ser tan mala idea. Yoongi se sentó de golpe, entusiasmado. Si él hubiera estado en una caricatura, una lamparilla se habría encendido sobre su cabeza.

—¡Lo tengo! —gritó, asustando un poco a su pobre novio.

—¿Qué cosa? —se sentó junto a él, mirándolo a los ojos.