¿Te llevo? [Yoonmin] ©

44 - "¿A dónde fue Jimin?"

El teléfono de Jimin sonó. Se encontraba junto a Yoongi, quien dormía la siesta. Era un poco tarde para estar durmiendo, pero no para él. El más joven alcanzó el dispositivo lo más rápido que pudo para que el otro no se despertara y empezara a hacer uno de sus berrinches. Sonrió ante la idea, divertido. Atendió la llamada.

—¿Hola?

—¡Hola! ¡Me tienes abandonado, enano!

—¿Seokjin? ¡Hyung! ¡Tanto tiempo!

—Ah, te acuerdas de mi nombre...

—Vamos, no seas dramático. Espera un poco —rió.

Jimin movió a Yoongi con cuidado, ya que este se encontraba recostado sobre su pecho. Una vez que logró zafarse de su agarre, bajó a la sala para hablar con su amigo con más tranquilidad. La señora Min se encontraba allí y le sonrió con dulzura.

—Listo.

—No voy a dejar de ser dramático. No nos vimos para Navidad, ni para Año Nuevo. Solíamos pasar esas fechas juntos.

—Sólo lo hicimos una vez, no nos conocíamos antes.

—Es verdad... bueno, no fue lindo pasar las fiestas solo.

—Lo siento, no sabía que sería así. Nos hubieras dicho.

—¿Y verlos besuqueándose toda la noche? No, gracias.

—¿Entonces por qué te quejas? —soltó una carcajada.

—Es que amo molestarte.

—Qué gracioso...

—Jimin, vamos a juntarnos nuevamente, ¿Sí? Antes nos veíamos todo el tiempo. Se te extraña mucho por aquí.

—¡Me encantaría! ¿Cuándo?

—¿Qué te parece esta noche? ¿Tienes planes?

—No, no tengo ¿Vamos a algún lugar?

—No es necesario. Puedes venir a casa. Te prepararé algo delicioso para la cena.

—Me parece una muy buena idea.

—¿Qué quieres que te prepare?

—Sorpréndeme.

—Está bien. Avísame en cuanto salgas, iré preparando todo para entonces.

—¡Genial! Nos vemos, hyung.

—¡Adiós!

La llamada finalizó. Jimin sonrió ampliamente. Solía pasar aunque sea cinco minutos por día con su amigo. Pero esto cambió cuando empezó a vivir con Yoongi por su propio bien. Extrañaba demasiado a su amigo y necesitaba ponerse al día con él.

La señora Min lo miró desde su lugar, sonriente.

—Te ves contento, Jimin.

—Oh, lo estoy, señora. Me encontraré con Seokjin.

—Es un gran chico. Hablé un poco con él la otra vez.

—Sí que lo es.

—Eres muy afortunado, cariño. Estás rodeado de muy buenos amigos.

—Por suerte, sí.

Ambos dirigieron sus miradas hacia las escaleras, de donde habían podido escuchar unos pasos. Yoongi bajaba lentamente mientras frotaba sus ojos. Su pelo estaba todo alborotado.