A M O R.
Una palabra, cuatro letras, y demasiados corazones rotos. ¿Qué significa?
Allison ni si quiera podía imaginar el torbellino de sensaciones, emociones y recuerdos que se aproximaban a su vida. Tampoco sabía que todo esto acabaría de una form...
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Normalmente me despertaba por la alarma de mi celular. Hoy no fue la excepción. Al mirar por la ventana note que el sol ya brillaba en el cielo y supuse que debía apresurarme. Me coloqué velozmente mis prendas de vestir, las cuales había preparado la noche anterior y me dirigí al baño.
Un momento más tarde estaba bajando las escaleras, inmediatamente el olor a café y tostadas recién preparadas me invadió.
- Buen día - dije caminando hacía mi madre y bese su frente con cariño.
- Pequeña ¿cómo dormiste? - me entregó mi desayuno.
- Muy bien. Lo que significa que he despertado con hambre - sin más palabras di un sorbo a mi café.
Dialogue con mi madre acerca de su trabajo y luego abandone mi casa rumbo a la preparatoria.
Para mi sorpresa no me encontré con Ariana en el camino, para asegurarme de que estaba bien le envíe un mensaje de texto, el cual respondió despreocupada "Me dormí otra vez, llegaré tarde. Guardame un lugar en química, por favor".
Sonreí pensando en mi mejor amiga. Nos conocemos desde los seis años, cuando entramos al colegio. No se si fue el destino, pero por alguna casualidad nos sentamos juntas en el salón. Todavía recuerdo cuando se presento "Hola me llamo Ariana ¿y tú?" tímidamente le respondí "Allison" y ella sonrió "Creo que te diré Alli".
Desde ese día no nos separamos ni un instante. Era alguien muy importante para mi.
Al llegar a la preparatoria, pude ver todavía que muchos alumnos se encontraban afuera. Algunos reunidos frente a sus autos, otros sentados en las escaleras y a mi izquierda acaparando toda la atención los mas populares del instituto; porristas, jugadores de futbol y uno que otro integrante del comité de alumnos.
Intente hacer el menor contacto visual posible, pero mi mejor amigo noto mi presencia. Aveces sentía que Adam pertenecía a otro mundo totalmente diferente al mío, odiaba pensar que algún día me dejaría de lado, aunque él no era ese tipo de personas.
- ¡Preciosa! - gritó mi mejor amigo trotando en mi dirección y no tuve otra opción que detenerme. Comencé a ponerme nerviosa al ver que todos sus amigos ponían su atención en mi.
- Hola - me límite a decirle al llegar a mi lado.
- ¿Estas bien? ¿Qué te sucede?
- Sabes que odio que hagas esto - le volví a reiterar.
- ¿Hacer qué? - me preguntó confundido. Suspiré.
- Adam tú no eres como yo. A mi no me gusta llamar la atención de la gente y lo sabes muy bien - le informé tragando saliva - evita llamarme cuando estas con tus otros amigos - intenté continuar caminando pero me detuvo.
- Tú no eres como ellos, eres mil veces mejor - no pude evitar sonreír - y no te quería poner incómoda, pero siempre me alegro al verte abejita.
