Broken Hearts (EDITANDO)

Le partiras el corazón

- Ariana creo que ya tienes suficientes cosas - comenté intentando que la rubia me hiciera caso.

- Todavía me hace falta una blusa que haga conjunto con estos magníficos  jeans - camino a la próxima tienda ignorandome.

- Me duelen los pies - se quejó Cameron - ¿no tienes ya suficientes prendas?

- Nunca es suficiente - nos sonrió.

- Si per.... - mi celular sonó y los presentes fijaron su atención en mi.

Inmediatamente trate de ocultar la pantalla. Ya que el que me estaba llamando era Alex.

- Es mi madre - mentí por mientras que le daba una mirada a mi amiga. Ella rápidamente comprendió.

- Chicos acompañanme - tomó sus brazo llevándolos detrás de ella.

Finalmente contesté la llamada.

- Hola.

- Hola ¿todavía estas en tu día "Solo de chicas"? - dijo imitando la voz de Ari.

- Si... - caminé hasta una vidriera.

- ¿Y cuándo tendrás tiempo para este chico? - no pude evitar sonreí.

- Siempre tengo tiempo para ti - observé un hermoso vestido negro con pequeños detalles en plateado.

- No lo se...

- Debo decirte algo - me puse serie aunque no pudiera verme.

- ¿Esta todo bien? - pareció preocupado.

- Si, debo hablarte de algo... no estoy de compras solo con Ariana - finalmente confesé.

- ¿Quién mas esta contigo? - mordí mi labio inferior nerviosa mientras caminaba por el centro comercial.

- Estamos con John y...

- Cameron - finalizo la oración por mi.

- Te juro que yo no sabía que iban a venir - me justifique.

- Te creo... - suspiró - y aunque me ponga celoso, es uno de mis mejores amigos no lo puedo odiar.

- Gracias por confiar en mi.

- Debo avisarte algo.

- Dime.

- Hablaré con Cameron, quiero contarle todo. Desde el principio, es como un hermano para mi y no quiero seguirle ocultando lo de nosotros - mil cosas se cruzaron por mi mente. Seria un caos.

- ¿Estas seguro?

- Si - se limito a decir - ¿qué te parece si voy para ahí?

- ¿Qué? ¡No! - me negué inmediatamente.

- ¿Acaso no me quieres ver?

- No es eso, pero... ¡Agh! - me queje en voz alta.

- Bueno no iré entonces.

- No te enojes, pero es lo mejor... - sentí el sonido del motor de un auto.

- ¿Qué es ese sonido?

- Ya estoy saliendo para ahí - me avisó - te veo en unos minutos.

- No, espera - ya me había cortado.

- ¡Porque están complicado! - murmuré enojada mirando al "cielo". Un niño me observó como si estuviera loca - ¿y tú que miras? - espeté y el pequeño huyo rápidamente, no sin antes mirarme mal.

Camine a toda velocidad hacia el baño. Ingrese por las puertas de metal y me guíe hasta el primer lavabo que encontré.

Observe mi expresión en el espejo frente a mi, mientras apoyaba mis dos manos en el mármol blanco, sus contacto con mis manos me causo un escalofrío.