Entramos en la feria y nada mas entrar no se les ocurrió otra cosa a los gemeluchos que montarnos en la atracción más peligrosa y en la cuál desde el primer momento no se me ocurriría ni loca montarme en ella, el famoso tirachinas.
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- Vamos ni loca me subo a esa cosa vosotros definitivamente me queréis matar.
- Venga si no es para tanto o es que haber si va a resultar cierto que eres una niñita de mamá - eso último lo dijo con ritintín, e imaginaros cómo me puse hecha una furia claro está.
- Venga Jesús tampoco seas así, si no se quiere subir déjala- le pide su hermano.
- No, me voy a subir, claro que sí-al decir eso sonrío con una sonrisa un tanto amenazadora.
Nada más subirnos ya tenía miedo, eso empezó a moverse y que casualidad que al que tenía al lado era Jesús no me matéis, yo casi lo hice cuando fui consciente de aquello, y si cuando eso empezó a moverse cada vez, y cada vez más rápido yo empece a gritar y mi primera reacción fue agarrarme él.
Nada más bajar de ese bicho, me sentí muy aliviada de que esa cosa no me quito la vida ¿qué? Soy joven aún para morir. La verdad que no sé como no me he meado encima de verdad, que miedo he pasado.
- Que, te has asustado un poquito, muchito ¿no? - me dice Jesús riéndose ha carcajadas.
- Mira Jesús, no tengo ganas de discutir esta tarde así que por favor cada uno por su lado.
- Me parece bien, pero allí arriba cuando te agarrabas a mí, no querías que me alejara eeh.
- aaaagg, que niño más estúpido.
- Lo siento se vuelve algo pesado a veces - me dice su hermano sonriéndome.
- No te preocupes, no tienes la culpa - le sonrío.
(...)
Toda la tarde jodiendome, este niño no se va a cansar nunca, se ve que es la nueva afición para los tontos, llamada jode a Ainara gratis.
- Tía, Jesús me ha guiñado un ojo - me dice Fuen ilusionada.
- Tu... ¿eres tonta o te entrenas? - digo sorprendida.
- No sé porque dices eso- me mira con los ojos bien abiertos.
- Mira, te lo digo porque Jesús es un moja bragas, tu haz lo que quieras, ilusiónate, o tú sabrás tus intenciones, pero te advierto, a mí no me vengas llorando.
Noto que me cogen del brazo y me apartan del grupo y ese es ni más ni menos el ser unineuronal, si chicos, si, es Jesús.
- ¿Tan mala imagen tienes de mí?- dice sorprendido.
- Si te digo la verdad, si, y muy mala.
- Vamos tan poco soy tan mala gente.
- No he dicho que seas mala gente, he dicho que eres un capullo.
- Es lo mismo - dice sorprendido.
- Pues lo será, no puedes jugar con las chicas como si fuéramos trofeos imbécil.
- No hago eso, simplemente me lío con ellas y al día siguiente si te he visto ni me acuerdo.
- Eso es jugar con los sentimientos de los demás.
- No, eso es lo que ellas quieren, yo no les prometo mi amor, ni bajarle la luna, ni mucho menos ser algo más de un lío.
- Mira paso de ti, no te soporto simplemente.
Me largo de allí rápidamente , haciendo caso omiso de lo que me dice, e intentó buscar a mis amigos, cuando los encuentro, me doy cuenta que están pasándoselo demasiado bien, así que intentó unirme a las risas. Estuvimos así toda la tarde, y Jesús apareció la hora antes de irnos, no le dirigí la palabra, pero el si me miraba, la verdad paso de él, paso de escuchar las gilipolleces que dice sobre las tías y lo que son para él, muñecas que complacen tus deseos y para él, sin sentimientos, ese es el significado de chica para Jesús Oviedo.
Bueno, por fin nuevo capítulo la verdad que al volver a leer la novela me ha motivado para seguir escribiendo, espero que a los pocos lectores que tengo les guste la historia. Hasta la próxima bitches 💋
