Os pongo en situación, más bien os la describo en tres palabras, aburrimiento, asco y sin importancia, como podréis deducir estoy en una clase de Matemáticas, es que todavía sigo sin entender que coño se le pasa por la cabeza a la gente cuando dicen que le gustan las mates, y tampoco entiendo para que nos hacen estudiar cosas que no nos sirven de nada para la vida cotidiana, además lo entendería si se me pasara por la cabeza estudiar algo relacionado con los números, que pena que no sea así, por lo tanto sigo indignada con esta gran estupidez. Miro hacia mi derecha y encuentro a mi novio, uy que bien suena eso de novio.
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Está sosteniendo con una mano su cabeza mirando hacia la pizarra, prácticamente durmiéndose, al percatarse de que lo miro dirige su vista hacia a mí, resopla y después ríe, le correspondo la sonrisa rodando los ojos y sonriéndole y seguidamente dirijo mi vista hacia la pizarra.
(...)
- No pienso ir allí a pedirle que me devuelva tu pulsera, cuando es tú pulsera no la mía, vamos conclusión deberías de ir tú- digo mirándola divertida- venga Luna. - Voy , voy.
La veo encaminarse hacia las pistas para pararse en frente del que ahora mismo es el portero y coqueta le pide que le devuelva su pulsera, si, a Luna le gusta el portero ¿vale? Está demasiado buenorro.
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Vuelve con una sonrisa victoriosa y nos coge a Ainhoa y a mí por los brazos arrastrándonos hacia los chicos, los cuales estaban sentados en el suelo apoyados en la pared de la pista de padel, bueno y para responderos el por qué Luna ha tenido que ir a buscar su pulsera, ha sido por la simple razón de que yo, como buena amiga que soy, la he lanzado hacia el chico para que ella no tenga más remedio que ir a buscarla, lo sé, soy una gran amiga.
- Hola guapa- me dice Jesús cogiéndome por la cintura. - Hola guapo- le sonrió. - Me he enterado que va ha entrar una chica nueva a nuestra clase - dice Fran. - ¡ Que bien ! - digo emocionada, cuando veo que Jesús me mira con cara de pocos amigos vuelvo ha hablar- ¿no? - Que bien no Ainara, que mal - me responde el chico anteriormente nombrado. - ¿ Y por qué si se puede saber?- digo cruzándome de brazos. - Joder porque es Mia de la que estamos hablando - dice Jesús pasándose las manos por el pelo.
