Mi queridísima hermana estaba tan desagradable, la verdad no puedo creer que sea mi gemela, es tan distinta a mí, la mayoría de las veces los gemelos o mellizos se llevan bien, ella es tan antipática y claramente su vida la estaba haciendo volverse así, era fiestera, loca, alcohólica. Etc... Justo ahora ha llegado de no sé donde. Ha pateado la mitad de los jarrones de la casa y ha vuelto a su habitación como alma que lleva el diablo.
Mis padres estaban completamente decididos a mandarla a un internado, ellos decían que YO tenía que ayudar, pero bueno, con Jade antes nos llevábamos de maravilla, hacíamos todo juntas y creo que para que todo sea igual, voy a tener que aportar. Escuché a mi padre llamarme, bajé de mi cuarto a la sala de estar en donde estaban ellos.
— ¿Qué pasó? — les pregunte algo intrigada, suponía que tenía que ver con el tema de mi hermana.
—Tenemos que decirte algo— dijo mi mamá seria.
—Siéntate Emmy— dijo mi papá seco, ya me estaba preocupando.
—De verdad ¿qué pasó?— pregunté nuevamente.
—Mira, como sabes— dijo mi mamá— queremos mandar a un internado a Jade, para eso necesitamos que vallas tú con ella.
— ¡¿QUÉ?! — Grité yo. — ¿ESTÁN LOCOS O QUÉ? En esos lugares están impregnados de tipas locas como Jade, me matarán en un segundo.
—Claro que no cariño, irás al internado de tu hermano. — dijo papá tranquilizándome y tomándome de los hombros.
—Lo encuentro una mala idea— respondí molesta.
— ¿Por qué? — preguntó mi mamá extrañada.
—Es lógico ¿no? — dije yo ya aburrida.
—No, no te entiendo—negó mi papá perdiendo la poca paciencia que tenía.
—Ash. — Rodee los ojos y gruñí con mal carácter. — Si la mandan al internado que tiene Jay se escapará enseguida. Lo conoce al revés y al derecho.
—Tienes razón, pero entonces ¿Dónde la mandamos?— Hay Dios ¿por qué tengo padres tan idiotas?
— ¡¡FÁCIL!! Cómo son tan estúpidos, ES COSA DE PREGUNTARLE A JAY INTERNADOS QUE SEAN BUENOS. — Le grité aburrida de su estupidez.
— A ver señorita no nos vuelves a hablar así— me regaño mi padre, yo simplemente le respondí rodando mis ojos.
—Okay, pero ya, tienen solucionado lo de Jade, yo me voy a mi cuarto. — Me levanté del acolchado asiento del sofá pero mi padre me tomó del brazo y me tiró, me tuve que volver a sentar.
—No te vas de aquí— me dijo mi madre
— ¿Qué quieren ahora? — le dije ya más molesta de lo que estaba.
—Te vamos a decir que tú vas a aceptar de la mejor gana ir con tu hermana al internado, ella estará mejor contigo.
—Okey, pero si me matan va a ser su culpa, ahora ¿me puedo ir a mi maldito cuarto?
—Sí, anda, y no te preocupes nadie te va a matar— simplemente me resigné y subí corriendo a mi habitación, estaba algo hastiada pero no me quedaba de otra, tendría que ir a un internado y no era porque me portaba mal o cosas por el estilo, era porque tenía que acompañar a la malagradecida de mi hermana que era una desquiciada. No podía negar que tenía algo de miedo ya que viviría bastante tiempo con miles de locas y enfermas mentales igual que Jade, pero repito: estaba algo resignada.
Tenía ganas de salir de mi casa porque estaba bastante aburrida, me fuí al baño, me duché y me cambié de ropa, me puse algo fresco ya que estábamos en primavera, me vestí con un peto rosa pastel, unos pantalones hasta la cintura negros y unos tacones del mismo color al peto, tome mi IPhone 5s y le envié un mensaje a mi mejor amiga para que nos juntáramos en el Starbucks que estaba en el centro comercial, ella era como otra hermana, aunque mucho más cercana a mí que Jade, también necesitaba contarle que me iba a ir por un largo tiempo. Lo peor de todo era que no tenía ni puta idea adonde me iban a mandar mis padres junto con Jade.
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Tú desordenaste mi mundo.
Novela JuvenilSer gemelas nunca es fácil. Tienen que lidiar la una con la otra, pero este caso es especial... Normalmente las gemelas/mellizas se llevan bien, e incluso se llegan a querer tanto que podrían dar la vida la una por la otra. ¿Que sentirías si tuvier...