-Ahora... ¿Puedo saber de dónde rayos vienes?
Crocodile y Doflamingo acababan de desayunar. Doflamingo había comido sobre la cama mientras que Crocodile se encontraba sentado en la alfombra.
El rubio tomo un largo sorbo de una botella de vino y volteo a ver escrupulosamente al muchacho de cabello negro.-Mariejois... Vengo de Mariejois.
Crocodile abrió más sus ojos en un ligero gesto de sorpresa; no se había esperado tal respuesta. Había imaginado que tal vez ese rubio provenía de alguna familia acaudalada de alguna isla del Grand Line o, a lo mucho, que era algunos de los más bajos miembros de una familia real de algún pequeño reino sin mucha importancia.
-No lo puedo creer... ¿¡Qué mierda haces aquí!? Si los que te buscan me llegan a atrapar, me mataran-dijo Crocodile mientras se ponía de pie y miraba duramente a Doflamingo-. Me has metido en un lío...
-Cálmate "dulzura"... No pasará nada, a menos que me saques de quicio...-y Doflamingo tomo otro trago de vino.
-¿Eres imbécil o qué?-soltó Crocodile mientras volvía a sentarse- Dime ¿Por qué no llevas puesto el traje que usan todos ustedes? Y aquel estúpido peinado...
-Porque, por el momento, no soy uno de ellos-confeso Doflamingo con amargura.
-No entiendo...
-Solo... Solo quiero, quisiera, poder hacer algo al respecto-musito el rubio mirando con cierta frustración la botella de vino que sostenía con su mano derecha. Hablaba como si estuviera a solas-. Tú... ¿Qué haces para vivir? ¿De dónde vienes?-pregunto en un intento para cambiar el tema.
-Estábamos hablando de ti...
-¿Qué más quieres saber entonces?
-¿Por qué dices "ya no ser uno de ellos"? ¿Qué pretendes? ¿Pasó algo malo contigo y ahora quieres ser un simple "mortal"? ¿O solo querías follar un rato con uno de "mi especie"?
-Haces demasiadas preguntas... Mejor responde a las mías primero, luego te contaré más sobre tu querido servidor, ¿quieres?-decreto Doflamingo adoptando una pose más relajada y entonando una voz más confiada-. Vamos, Croco...
Crocodile miro fijamente al bronceado rubio que le sonreía con arrogancia. Dio un pesado suspiro de fastidio.
Mientras tanto, en un barco del otro lado del Red Line...
-Señor Rocinante, ya estamos cerca de llegar a la isla de Flevance, nos tomara unos 20 minutos más y estaremos arribando al puerto.
-Vaya, bien, muchas gracias por comunicármelo.
"Unos 20 minutos más..." pensó Rocinante sintiendo un nudo en el estómago. Realmente comenzaba a sentir una tremenda ola de nervios.
El rubio comenzó a caminar por un buen rato por toda la cubierta en un gesto para relajar su ansiedad.
Para la ocasión se había puesto una túnica color negro con bordados en color guinda y unas sencillas sandalias.
Pronto se detuvo en la proa del barco y se recargo sobre esta.
Miraba atento el horizonte, esperando a ver poco a poco la isla a lo lejos.
Su mente estaba hecha un caos:
Tenía la euforia de volver a ver los padres de Law y poder cumplir su promeso con ellos pero... Luego llegaba la terrible culpa; se sentía sucio y demasiado indigno al recordar que, hace unas horas, había vuelto a tener relaciones sexuales con Law.
Un miedo le invadió al imaginarse la escena en la cual llegaría frente a la familia Trafalgar, le preguntaran sobre qué cosas había vivido Law a su lado y Rocinante, inevitablemente, pensara sobre los encuentros íntimos que tuvo con él.
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Hostage
FanfictionDonquixote Doflamingo y su hermano menor, Rosinante, son nobles celestiales que deciden ir a pasear un día por el archipielago Sabaody. Ahí, Doflamingo encuentra a un humano que capta su atención y decide llevarlo consigo, como su nuevo pasatiempo...