Capítulo 11:

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-No seas tonto, está bajo su propio hechizo, muy bien ahora a dormir todos, aquí estaréis a salvo... o eso espero- dijo Gandalf, esto último lo dijo en un susurro. 

Buscamos donde echarnos y cada uno se echó sobre un montón de paja, y nos quedamos allí durmiendo, en la madrugada me desperté, me encontraba fatal y fui a la parte de atrás y eché todo lo que había comido. Me encontraba muy mareada y noto que alguien sale, ni me giro a ver quien es, detrás mío se encuentra Fili que me mira sorprendido.

-¿Te encuentras bien?, es que no te he visto y me ha extrañado

-No me encuentro muy bien, tengo nauseas y me siento muy mareada

-Ay dios mío, ya sé lo que te pasa, he visto esos síntomas antes

-Ah si?, ¿qué tengo?, ¿no será algo malo?

-Depende de como te lo tomes.... Mérida- me miró a los ojos y me dijo- estás embarazada

-¿Qué?, pero como lo voy a estar, si yo no... ay dios, no será posible

-Todos estos síntomas los tenía mi madre cuando se quedó embarazada de Kili

-No se lo digas a nadie por favor hasta que no lo sepamos a ciencia cierta, esto quedara entre nosotros.

-Vale, no te preocupes tu secreto está conmigo, palabra de enano. Vamos a dentro que empieza a refrescar- entramos y él me ayudó, ya que me dio un pequeño mareo al subir las escaleras, me tumbé y me quedé dormida. Por la mañana me desperté un poco pronto, solo alguno de los enanos estaban despierto, entre ellos Balin y Kili.

-Buenos días Mérida, ¿qué tal has dormido?

-Pues no muy bien, me encontraba un poco mal anoche

-Toma esto te sentará bien- me dio una jarra con una especie de leche con miel que olía de maravilla. Todos estaban mirando por la ventana, menos Bilbo que seguía durmiendo, observaban como Beorn cortaba la leña, Bilbo apareció al rato y se unió a los demás.

-Yo digo que echemos a correr cuando no nos vea- dijo Nori

-No pienso huir de nadie, ni de una bestia- dijo Dwalin

-No os pongáis a discutir, no podemos atravesar las tierras ásperas sin la ayuda de Beorn, nos atraparan antes de que podamos llegar al bosque, ah Bilbo, aquí estás, a ver, tenemos que hacer esto con mucho tacto, hay que andar con pies de plomo, la última persona que lo hizo acabó echo trizas, yo iré primero y Bilbo, tú vendrás conmigo- dijo Gandalf no muy convencido ya que a Beorn no le gustaban los enanos.

-Oye, ¿crees que es buena idea?- dijo Bilbo un poco acongojado

-Si, los demás, esperad aquí y no os mováis hasta oír mi señal

-Entendido, esperamos la señal- dijo Bófur muy convencido

-Y nada de movimientos bruscos y ruidos, no lo agobiéis y salid de dos en dos... Rectifico, Bombur, tú cuentas por dos, asi que sales solo. Bien y esperad a mi señal

-¿Y cuál es la señal?- preguntó Bófur mientras Bilbo y Gandalf salían, se encontraron a Beorn cortando leña, mientras tanto nosotros estábamos adentro observando atentamente para ver cual era la señal para que dos enanos salieran. Thorin se puso a mi lado y me agarró de la mano, le miré a sus hermosos ojos azules y  nos  quedamos observando como  salían Bilbo  y  Gandalf  y  esperando  a  que  nos  diera  su  señal. Fili nos  miraba  sonriendo y  con  su  cabeza  nos  daba a entender que estaba al tanto de todo, cosa mala ya que de momento no quería contarle nada a nadie  hasta que no lo supiera con certeza. Nos quedamos allí esperando por un rato, primero salieron Dwalin y Balin, luego Oin y Gloin, más tarde Ori y Dori, Kili y Fili, Nori, Bifur, Bófur y Bombur y por último nosotros dos, pero antes de salir Thorin me dio un beso casto sin que se dieran cuenta realmente. Salimos y vimos al cambiapieles, no nos dijo nada realmente, la aparición de tantos enanos le incomodo, nos fuimos al comedor donde ya se arrancó a hablar más:

-¿Así que tú eres el llamado Escudo de Roble?, dime ¿porqué te persigue Azog el Profanador?

-¿Conoces a Azog?, ¿de qué?

-Mi pueblo siempre vivió en las montañas antes de que vinieran los orcos, el profanador mató a casi toda mi familia y a los que no, los esclavizó, no por necesidad ya me entendéis, sino por placer, parecía divertirle enjaular y torturar a cambiapieles.- dijo Beorn

-¿Y hay otros como tú?- preguntó Bilbo interesado

-Una vez fuimos muchos

-¿Y ahora?- siguió preguntando Bilbo, pues era la primera vez que veía un cambiapieles y le sorprendía el hecho de que hubiera más como él

-Ahora, solo hay uno, tenéis que llegar a la montaña antes de los últimos días del otoño 

-Antes del ocaso del día de Durin, si- dijo Gandalf muy convencido de lo que decía.

-Tenéis poco tiempo

-Por eso atravesaremos el bosque negro- dijo Gandalf mientras todos le miraban algo mal, puesto que ese bosque no les traería nada bueno

-Una oscuridad acecha ese bosque, seres malignos reptan bajo esos árboles, no me aventuraría a acercarme, salvo en caso de extrema necesidad- dijo Beorn, generándole miles de preguntas a Thorin  sobre el camino y sobre todo lo que nos acaecía ir por ahí.

-Iremos por el camino élfico, ese es un sendero seguro- dijo Gandalf muy convencido de lo que estaba diciendo.

-¿Seguro?, los elfos del Bosque Negro no son como los demás, son menos listos y más peligrosos, pero es lo de menos- dijo Beorn pareciendo preocupado por el futuro de la compañía.

-¿Qué quieres decir?- preguntó Thorin con preocupación.

-Esta zona está llena de orcos, cada vez son más, vosotros vais a pie, jamás llegaréis al bosque con vida. No me gustan los enanos, son codiciosos e indolentes, indolentes ante las vidas de aquellos que consideran inferiores, pero los orcos me gustan menos, ¿qué necesitáis?- acto seguido Gandalf le dijo algunas de las cosas que nos harían falta para atravesar este bosque y nos dio unos cuantos ponis con los que emprenderíamos nuestro camino al Bosque Negro...

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⏰ Última actualización: Aug 27, 2019 ⏰

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